Por Jorge Luis Pizarro (*)

De democracia a dictadura. De dictadura a democracia.

Del peronismo al radicalismo.

De Alfonsín a Menem. De Menem a Kirchner.

De Cristina a Macri. Del populismo al liberalismo.

Del peso al dólar.

Del trabajo al subsidio.

Cuándo nos preguntamos por qué resulta difícil explicar la situación Argentina, que de estar en el mismo nivel de desarrollo que Canadá y Australia, hace algunas décadas, estamos cómo conocemos.

En muchos aspectos de la vida cotidiana nos hemos acostumbrado utilizar "la colectora" en lugar de la línea recta, lo incorrecto puede ser casi siempre justificado y cuesta aceptar que lo que está bien no se discute y lo que está mal debe ser modificado.

Los recientes anuncios sobre cómo continúa la vida de los argentinos en medio de la pandemia merecen una interpretación. Podría decirse que, más allá de cambiar aislamiento por distancia, el anuncio presidencial propone que lentamente comience, el país, a volver a cierto nivel de normalidad, es decir, por ejemplo, salir de casa para lo indispensable y "especialmente para trabajar". De esta manera, ya que el gobierno que necesita ajustar sus cuentas y seguir bajando el nivel de emisión monetaria, encontraría un camino para aflojar con los subsidios, con el IFE y con los ATP, sin descuidar a los sectores más necesitados.

Más allá de los discursos de ocasión, una vez más, para salir del atolladero económico la Argentina golpea las puertas del Fondo Monetario Internacional, que si bien tiene las recetas de "siempre", también es cierto, con el fin de mejorar "su imagen", hace gestiones más "edulcoradas".

La inflación empezó a escalar posiciones entre las preocupaciones de los argentinos y no es para menos. Según la Asociación de Consumidores Libres, el aumento de los principales productos de almacén, frutas, verduras y carne, durante el mes de octubre promedió el 5,11%.

La mayoría de las personas que conservan su trabajo siguen cobrando lo mismo que lo acordado en las paritarias de hace un año. ¿Cómo será negociar aumentos salariales en un país, que por la pandemia, ha producido poco o nada?. ¿Cómo será recuperar puestos de trabajo sí el "home office", es la reforma laboral que durante décadas resistió el sindicalismo?.

Entre los muchos anuncios y fotos correspondientes, a la hora de los resultados, estos son "poco o nada". En este sentido, podemos citar la "mesa contra el hambre". La primera foto fue el 20 de diciembre del 2019 y, que después de un arranque con el reparto de "tarjetas alimentar" a 1.500.000 de familias, muy poco hizo, a pesar de que, el descenso de la economía hizo que la pobreza aumentará 5,4% y la indigencia 2.5%.

Otro punto que nos servirá para entender cómo estamos, puede ser el análisis del sector energético. que con tarifas congeladas, por ejemplo, en julio del 2020 (invierno), el consumo de gas natural se redujo un 12% en comparación con el mismo mes del 2019. El consumo de

energía eléctrica también tuvo una caída del 6,4%. ¿Qué pasará cuando en el 2021 las tarifas se descongelen?.

Las consecuencias de este combo, sanitario, productivo y social, producen la triste realidad de que la Argentina es el quinto país del mundo dónde sus ciudadanos manifiestan mayor interés por emigrar. Desde abril de este año, las búsquedas para tramitar la ciudadanía italiana y española se multiplicó por 10 y por 12 respectivamente, dato que fue presentado por la Fundación Mediterránea, que contabilizó las búsquedas de en internet respecto de las palabras "emigrar, ciudadanía y consultas relacionadas".

Las razones por las que los más formados académicamente o los más preparados elijen emigrar, son la volatilidad económica y las restricciones en el mercado de cambios, en medio de un clima económico definido como empeorando.

Si la caída del PBI en el 2020 será de 12 puntos, recuperar por lo menos 5, que es lo proyectado por consultores económicos privados para el 2021, ese plan no es una "opción" sino una "necesidad".

Algunas ventanas de esperanza comienzan a abrirse. Por ejemplo, la industria automotriz repuntó en septiembre un 23% respecto agosto y un 30,5% en la comparación interanual, según informó la Asociación de Fabricantes de Automotores.

Si el puntapié inicial para despegar es la vacuna, la misma debe ser sanitariamente segura y, bajo ningún punto de vista, "nadie" desde la política puede sacar provecho de la situación metiendo, este asunto prioritario, en medio de una discusión ideológica que sería de "muy bajo nivel".

Una sugerencia para todos los que tienen que ayudarnos a estar mejor, "hacer mejor que hablar", y si no hay nada inteligente para decir, el "silencio es salud".