Por Pablo Daniel Blanco (*)

El jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, en cuanta ocasión tiene, manifiesta que nunca como en este año y, a pesar de la cuarentena, el Senado ha sesionado. Sin dudas, nos quiere convencer que en la cantidad de debates está la clave, en vez de en la calidad y el sentido de la oportunidad de lo que se trata en el Congreso.

Desde que el Gobierno decretó la cuarentena y confinó a la mayoría de los argentinos, los senadores de Juntos por el Cambio nos pusimos a trabajar centrados absolutamente en cómo llevar alivio a los distintos sectores afectados por el aislamiento, pensando iniciativas legales que ayuden a recomponer todo el día después.

¿Qué es lo que ha hecho el oficialismo desde entonces en el Senado? Impulsar proyectos por los que se le ceden facultades al Poder Ejecutivo y llevar temas al recinto que nada tienen que ver con la pandemia, ni la emergencia sanitaria.

Es evidente que la agenda política y legislativa del gobierno nada tiene que ver con la de Juntos por el Cambio. Mientras los que gobiernan, comandados por Cristina Kirchner, sólo se preocupan por cuestiones del pasado y proyectos de impunidad, ponen su esfuerzo en armar comisiones revisoras de espíritu vengativo, buscan atentar contra la propiedad privada y apagar los micrófonos de la democracia, nuestra agenda coincide con las preocupaciones presentes y futuras de la gente.

¿Quiénes son entonces los "insensibles"? En estos más de 100 días de confinamiento presentamos un centenar de proyectos relacionados exclusivamente con cuestiones de carácter sanitario y también para asistir de manera económica, financiera e impositiva a la población y a los distintos sectores de la producción que están siendo afectados por el parate económico.

Proyectos que buscan mejorar la vida de todos los argentinos y todas las argentinas, como compensaciones de impuestos, soluciones para los monotributistas y ayudas impositivas para las PyMes, entre otros.

Que quede claro: en la oposición no queremos que nadie muera de coronavirus. Pero tampoco que nadie pierda la vida como consecuencia de la crisis económica ocasionada, por la pobreza creciente, por quedarse sin trabajo.

Mientras el gobierno avanza a la atropellada concentrado en el retrovisor, nosotros hemos puesto el foco adelante. Es falso que la pandemia es su agenda. En el Senado, su agenda es –cada día quedan menos dudas– el monopolio absoluto del poder.

(*) Senador nacional de Juntos por el Cambio de la provincia de Tierra del Fuego.