El director ejecutivo del laboratorio argentino que producirá la vacuna contra el coronavirus para Latinoamérica, Hugo Sigman, afirmó que ya comenzaron con la elaboración de la misma para que pueda ser distribuida en forma inmediata después de su aprobación.

Según Sigman esto podría suceder en "diciembre o enero" y significa que la región tendrá la vacuna "en el mismo momento que Estados Unidos y Europa".

“La aprobación va a estar en el mes de diciembre o enero y nosotros ya vamos a producir la vacuna ahora”, dijo Sigman, quien estimó entre 150 y 200 millones de dosis previstas para toda la región, con la excepción de Brasil, que tiene otro convenio.

En declaraciones radiales, Sigman dijo que mAbxience, su laboratorio, es responsable de la producción de la sustancia activa de la vacuna, y el mexicano Liomont, se encargará de completar el proceso de formulación y envasado. Ambos laboratorios producirán el producto "a riesgo", ya que si la vacuna no es aprobada, se perderá toda la inversión.

De todos modos, Sigman confía en su aprobación, porque de todas las vacunas que se están desarrollando en el mundo, la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford es la que dio los resultados más prometedores.

“Los efectos adversos prácticamente están descartados. Hay muchas chances de que el estudio clínico salga bien y sea la primera vacuna aprobada en el mundo”, dijo.

En la entrevista, Sigman también habló sobre la negociación entre los laboratorios y sobre el rol del empresario multimillonario mexicano Carlos Slim para la financiación del proyecto.

“Ningún gobierno jugó ningún papel”, dijo Sigman. “Fue una negociación entre privados”.

El director ejecutivo de mAbxience reveló además que AstraZeneca había pedido que las compañías asumieran el riesgo de un eventual fracaso de la vacuna. Es por este motivo que dicho laboratorio firmó un acuerdo con la fundación mexicana de Slim, que financiará parte de la producción.

“Se contactó con la fundación de Carlos Slim. Su hijo, Tony Slim, estuvo muy activo. Y nosotros también estamos asumiendo un riesgo muy importante: como compañía, estamos produciendo sin considerar los costos perdidos en tanto que existe la eventualidad de que la vacuna no se pueda vender”, dijo Sigman.

“Yo no tenía contacto con AstraZeneca, pero sí conozco hace muchos años a Carlos Slim y a su familia. Y él nos conoce a nosotros. Se nos acercó AstraZeneca y entendió que la mejor fábrica que había en la región era la nuestra. Hicieron inspecciones y las consideraciones tecnológicas y corroboraron que nosotros tenemos la experiencia y las instalaciones adecuadas”, dijo el empresario.

“Cuando hablamos con Tony Slim, ambos nos sentimos atraídos por esta epopeya latinoamericana”, agregó Sigman. “No nos va a pasar lo mismo que sucedió con la gripe A, donde los países en desarrollo recibían los productos más tarde. Este esfuerzo vale la pena si logramos que se haga realidad”.