El truco es tan viejo como la República Argentina, o lo que antes fueron las Provincias Unidas del Río de la Plata. Una empresa sabe que van a aumentar un impuesto, y se apura a declarar más ventas o exportaciones para pagar menos. Con las retenciones sobre ventas agrícolas, el incremento a partir de la Presidencia de Alberto Fernández era muy previsible. Por ello, la cerealera Bunge se apuró a declarar más exportaciones sobre finales del año pasado. En cinco meses del 2019 declaró la misma cantidad de exportaciones que durante todo el 2018, lo que fue coloquialmente llamado "exportaciones fantasma" y que el fiscal federal a cargo de la causa -Carlos Stornelli- registró como falta de existencia de bienes para exportar.

El problema es que lo habría hecho declarando mercadería que en realidad no salió al exterior. Ese es el planteo de la demanda realizada por Fernando Míguez, presidente de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático. Según esa presentación, "Bunge habría utilizado un ardid para obtener una ventaja patrimonial minimizando el pago de retenciones, y habría declarado exportaciones por más de siete millones de toneladas de granos antes de la suba de las retenciones, pudiendo haberse ahorrado con ello casi cien millones de dólares de impuestos o 427.500 toneladas de soja, que surgiría de eludir los 6 puntos de aumento de la alícuota".

El denunciante apoya su acusación en la desproporción de las exportaciones declaradas antes o después de las elecciones primarias, simultáneas y obligatorias (PASO). Entre el 13 y el 31 de agosto de 2019 se habría acelerado la declaración de exportaciones por 1,4 millón de toneladas; en septiembre fueron 1,65 millón, algo menos -1,14 millón en noviembre y una cifra muy parecida en diciembre. En total, en los meses posteriores a las PASO se declararon exportaciones por más de 7 millones de toneladas, lo mismo que durante todo el 2018.

El fiscal Carlos Stornelli, a cargo de la investigación de la denuncia, apuntó en su requerimiento de instrucción -del 3 de agosto pasado- que la cerealera procedió "falseando la existencia de los granos que decía tener en condiciones de exportar". Es decir, se trataría de exportaciones fantasma.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) decidió intervenir en la causa, que tramita en el juzgado federal 5, que estaba a cargo del fallecido Claudio Bonadio y hoy lleva adelante María Eugenia Capucchetti. No se trata del primer conflicto de la AFIP con Bunge, a la cual el organismo acusó de haber evadido $ 1.200 millones de Ganancias en 2012, por los períodos fiscales 2006 a 2009.

El requerimiento de instrucción de Stornelli es el siguiente:

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