La cuarentena estricta que comenzará el próximo miércoles 1 de julio se implementará con patrullajes en calles y autopistas y un fuerte control del transporte público.

Así prepara el Ministerio de Seguridad de la Nación, en coordinación con la ciudad y la provincia de Buenos Aires, un esquema de control intenso para la nueva etapa del aislamiento.

Según supo NA, en esta nueva fase que durará hasta el 17 de julio, la Gendarmería y la Policía Federal llevarán adelante el control de los accesos a la ciudad de Buenos Aires en puentes y peajes para reforzar el cierre de algunas arterias por parte del Gobierno porteño.

Además, continuará el control en trenes y estaciones ferroviarias y el transporte público será exclusivo para trabajadores esenciales.

La cartera de seguridad realizará un control estricto de la circulación de las personas en las únicas 24 actividades habilitadas y habrá retención de automóviles de quienes circulen sin los permisos correspondientes.

El operativo incluirá patrullajes en las autopistas del área metropolitana y sumará recorridos en distintos lugares con altoparlantes instalados en los vehículos para emitir mensajes grabados de concientización.

Fuentes del Ministerio de Seguridad indicaron que además tanto la ciudad como la provincia de Buenos Aires se ocuparán "prioritariamente del control de calles adentro de las jurisdicciones".