Sangrienta represión en Myanmar, con 16 nuevas muertes
Más de 15 personas fallecieron en las últimas horas luego en Rangún la ciudad más grande del país.
La represión del Ejército a las protestas contra el golpe de estado en Myanmar causó hoy al menos 16 muertos en el país, en uno de los días más sangrientos desde que la junta militar asumiera el pasado 1 de febrero el control del territorio, a la vez que un grupo de diputados destituidos instó a los ciudadanos a "defenderse" en el "momento más oscuro" de la nación.
En Rangún, la ciudad más grande del país, se escucharon disparos en dos sitios emblemáticos de protesta, la glorieta de Hledan y en el barrio de Hlaing Tharyar.
En ese municipio, policías y soldados se enfrentaron a manifestantes, algunos de los cuales se defendían con palos y cuchillos, otros se refugiaban detrás de barricadas improvisadas y muchos huían del lugar tras los disparos de las fuerzas de seguridad.
"Puedo confirmar que hubo 15 muertos", indicó un médico, citado por la agencia de noticias AFP, quien dijo haber tratado a unos 50 heridos, lo que hace prever que el número de víctimas mortales aumentará.
En tanto, el grupo Asociación de Asistencia a Presos Políticos, que verifica arrestos y muertes desde el golpe, confirmó un mayor número de decesos. Otra manifestación fue reprimida en Hpakant, en el norteño estado de Kachin, ciudad conocida por sus minas de jade. Un hombre murió de un disparo, de acuerdo a un médico y un medio local, que señalaron el uso de balas de plomo y de goma.
La crisis no cesa en Myanmar desde que el Ejército derrocó a Suu Kyi, el 1 de febrero, lo que desató un levantamiento masivo en el que diariamente centenares de miles de personas protestan pidiendo el retorno a la democracia. Los militares justificaron su toma del poder argumentando un enorme fraude electoral en las elecciones de noviembre, ganadas por abrumadora mayoría por el partido Liga Nacional para la Democracia, de Suu Kyi.
Más de 80 personas ya habían muerto en los disturbios, de acuerdo a un grupo local de monitoreo, pero este número aumentó de forma dramática tras la violencia de hoy en Rangún, en particular.