Lo primero que hay que hacer en situaciones de abuso es abordar el caso de la víctima. Siempre es más importante que el victimario, por mas que este último sea famoso. Lo segundo es darle el gran respeto que merece esta víctima, de quien soy su defensor porque era menor de edad.

Lucas Benvenuto sufrió una cadena de victimización impresionante: primero una agresión sexual intrafamiliar, luego la patología de su madre que muere y prácticamente abandona a su hijo, haber sido raptado por aquel librero que lo tuvo encerrado durante meses para violarlo y luego caer entregado a una relación con 14 o 16 años y hoy conmovido por el rechazo de la prescripción de la causa.

Hoy Lucas es puesto en medio del escarnio público, como suele pasar muchas veces con las víctimas. Recordemos que antes cuando una mujer iba a denunciar a la policía les contestaban: “¿Por qué ibas vestida así?”. Esto es muy grave porque pone en duda a toda víctima sobre si denunciar o no. Luego de esta situación recibí no menos de 7 u 8 llamadas de madres preguntando sobre si denunciar o no, por miedo a que termine de la misma manera su caso.

El primer comunicado de Jey Mammon tiene una frase feroz para las víctimas: “Sin perjuicio de las acciones legales que iniciare…”. Esto generó que madres me preguntaran “¿Pueden iniciarme un juicio por calumnias? ¿Puedo perder el departamento?”. Este tipo de situaciones nos lleva nuevamente a la época en la que estos delitos no se denunciaban.

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En 43 años que llevo en este tema nunca vi una secuencia de victimización tan espantosa como la de este señor.

En este caso no debemos perder de vista que el tipo delictivo principal es el articulo 125 del Código Penal, referido a la corrupción de menores de 18 años, aunque mediara el consentimiento de la víctima. Nos estamos olvidando de la figura de la corrupción de menores. Esto sucede porque aparece la infamia de “no se puede corromper lo ya corrupto” que es parte de un fallo del año 73. Entonces como este chico venia de sufrir abusos anteriores, el que siga podía hacer lo que quiera con él.

Tengamos mucho cuidado con el ataque a la víctima. Yo no quiero que este abuso sea una mordaza a quienes tienen la necesidad de denunciar. Luego de la ultima reforma de la ley es casi imposible que prescriba la causa. No hay que temer a eso. Hay que evitar esto en la comunicación, que es una maravilla pero que puede tener efectos no queridos y en este caso es cuidado con denunciar porque te va mal.

*Defensor público de menores