La escasez de agua que afecta a Montevideo y sus inmediaciones podría agravarse, admitió este jueves el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien instó a la población a "cuidar las reservas".

"Si no llueve en el corto plazo el agua no será bebible", advirtió el mandatario, en referencia al servicio que brinda la empresa OSE (Obras Sanitarias del Estado). En ese aspecto, Lacalle Pou remarcó que la solución "puede demorar dos años, mientras tanto no hay un genio que frote la lámpara. Tiene que llover".

Por lo tanto, el presidente uruguayo convocó a la población a "cuidar las reservas", que por ahora dependen de la represa de Paso Severino, cuyo nivel de agua descendió notoriamente en los últimos meses.

Durante una visita al departamento Río Negro, Lacalle Pou dijo que "el agua podría utilizarse para todas las necesidades básicas, menos para beber. El agua que se bebe en cada hogar representa el 5 por ciento del consumo".

LEÉ: Putin ve en las sanciones occidentales oportunidades para empresas rusas

Asimismo, anticipó que su gobierno entregará agua embotellada de manera gratuita "para los más afectados por esta crisis", y además planea exonerar impuestos. "Lo que más podamos ayudar para que la gente pueda tener agua bebible, lo vamos a hacer", insistió Lacalle Pou.

Diez días atrás el gobierno uruguayo decretó la emergencia hídrica para la zona de Montevideo y sus alrededores, como Canelones, ya que el suministro de agua corriente permanece afectado por una prolongada sequía.