El arquero de Boca Sergio “Chiquito” Romero fue el futbolista más importante del conjunto que dirige Jorge Almirón para llegar a la final de la Copa Libertadores. En los 90 minutos recibió muy pocos goles y en tres definiciones por penales se hizo gigante y le dio la clasificación al equipo.

El ex Selección argentina no sufrió demasiado en la fase de grupos por mérito propio y por ineficacia de rivales. Así, en los primeros seis partidos ante Deportivo Pereira, Monagas y Colo Colo, solo le convirtieron dos tantos. 

El único equipo que pudo romperle el cero a Boca fue el conjunto colombiano: en el 2 a 1 para el Xeneize en La Bombonera; y en el triunfo como local por 1 a 0.

Ya con la clasificación a los octavos de final en el bolsillo, Boca tuvo como primer rival a Nacional de Uruguay, la primera víctima de Romero en los duelos de eliminación directa. Es que tras el 0 a 0 como visitante y el 2 a 2 en el estadio azul y oro, el arquero relució toda su experiencia desde los 12 pasos. 

Boca ganó por 4 a 2 y “Chiquito” le atajó los remates a Juan Ramírez y a Daniel Bocanegra. De ese modo, el destino quiso que su próximo contrincante fuera Racing, el club que lo vio nacer futbolísticamente. 

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En los cuartos de final, Romero obtuvo dos vallas invictas nuevamente. Fue 0 a 0, primero en La Bombonera, y luego en el Cilindro. En esa ocasión, el arquero le contuvo el remate a Gonzalo Piovi y Leonardo Sigali para conducir a su equipo al 4 a 1 definitivo. 

Las actuaciones de Romero ya comenzaban a resonar en el fútbol argentino y continental. No por su talento en el puesto, porque basta solo con ver su trayectoria, sino por su vigencia pese a que posee 36 años.

Y volvió a ratificar su gran momento una vez más contra Palmeiras en la semifinal. Sin mucho trabajo en el 0 a 0 de la ida en el estadio de Boca, sí sufrió un gol en los 90 minutos de Joaquín Piquerez para igualar 1 a 1. 

Romero sacó varios remates complicados en el segundo tiempo, cuando los brasileños comenzaron a llegar al área con un jugador más. Evitó que disparos de corta y larga distancia, incluida una chilena de sobrepique, pusiera un punto final al sueño de los hinchas con ganar la séptima.

Así, obligó a que la definición sea por la vía de los tiros desde los 12 pasos, donde otra vez atajó dos remates, a Raphael Veiga y a Gustavo Gómez, para que Boca gane 4 a 2.

En la Copa Libertadores, Boca disputó 12 partidos y solo convirtió cuatro partidos (cinco goles en contra). En los penales, “Chiquito” aportó su cuota y contuvo seis remates, dos por cada serie.

Desde que está en el club, a Romero le patearon 23 penales, de los cuales se quedó con 12, marcas que lo convierten en el héroe indiscutido de la llegada de Boca a la final de la Libertadores.