Eran testigos propuestos por la defensa y la querella pero de antemano se especulaba con la información que tenían y que iban a aportar al declarar.

Juan Pedro Guarino y Tomás Colazzo, el primero que estuvo imputado inicialmente en el caso, y el segundo es amigo de uno de los imputados, se refirieron el episodio como “pelea” aunque ninguno dio precisiones sobre los golpes que le dieron a Fernando Báez Sosa. 

Juan Pedro Guarino dijo que, ni bien salió de Le Brique porque sus amigos habían sido echados por la seguridad, escuchó “gritos” y vio a su amigo Luciano Pertossi “peleando con otro”, y que luego se inició otro disturbio: “imaginé que iban a pelearse de vuelta y por lo que yo miro veo a (Máximo) Thomsen y a un chico tirado en el piso que después me entero quién era”.

“Me imaginé que estaban peleando y me fui”, precisó Guarino, y ante la pregunta de las partes aseguró que no vio ninguno de los golpes que el grupo dio a la víctima. 

Más tarde, Tomas Colazzo, amigo de Luciano Pertossi, dijo que también lo vio “pelearse” con otra persona y que al salir a la puerta del boliche vio a la víctima de la cual estaba cerca Máximo Thomsen y aquel. 

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“En un momento vi a alguien en el piso y ahí le pongo el brazo a Máximo en el pecho y lo tiro para atrás, yo no soy de pelearme, lo hice con la intención de que no se pelee más. Hice eso y me miró, pero no puedo recordar si continuó. No recuerdo si pegaron, no estoy seguro, no vi bien”, agregó. 

“Para mí son buenos chicos”, concluyó cuando el abogado querellante Burlando le preguntó de forma conceptual sobre los acusados. 

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Sin embargo, ambos cuando la fiscalía o la querella les preguntó por separado sobre lo que vieron, Guarino se excusó con que se fue rápido del lugar “enojado” por la situación que estaban protagonizando sus amigos; y Colazzo tampoco dio precisiones sobre cómo golpearon a Fernando Báez Sosa.