Algunos de los 13 bingos pertenecientes a la empresa CODERE, que fueron clausurados el por Instituto de Loterías y Casinos de la Provincia de Buenos Aires, comenzaron a abrir sus puertas. Este fue el caso de la sala de jurgos que la empresa española tiene en la Ciudad de La Plata.

A horas de la reapertura, sin embargo, varios clientes y vecinos dieron cuenta de que la readecuación que se llevó a cabo para apegarse a la legislación vigente fue apenas poco más que un maquillaje. Esto volvió a generar polémica en torno a la sala de juegos de la capital bonaerense.

"Qué gran mentira lo de la reforma. ¿Qué hicieron? Poner dos sillas grandes en una esquina… ¡nada más!", escribió una clienta que, indignada, fotografió una de los dos asientos que no pasaron desapercibidos para los clientes habituales del lugar.

En la imagen que compartió la jugadora con el medio zonal 0221.com.ar se puede ver en el lateral de una larga hilera de tragamonedas una silla de mayor tamaño que las banquetas ubicadas frente a las máquinas. Se trata de una silla fija, sin movilidad, que no sirve para que los clientes con dificultad de movimiento por su obesidad, la utilicen para jugar, ya que no está frente a traga monedas ni mesas de juego.

Motivos de la clausura

El bingo platense estuvo casi dos semanas clausurado luego de un sorpresivo operativo realizado el pasado viernes 19 de mayo y en el que las autoridades de la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadanos comprobara una seria irregularidad en el lugar.

Aunque en un comienzo las razones detrás del cierre se mantuvieron en reserva con peculiar recelo, finalmente se supo que la decisión se tomó luego de que una persona con obesidad denunciara el incumplimiento de las condiciones de accesibilidad, lo cual fue corroborado por las autoridades.

"Se pudo constatar que se incumplen de acuerdo a los artículos 2 y 6 de la ordenanza 11.520", dijeron en la Comuna en referencia a una norma relacionada con la discriminación de las personas y explicaron que "el bingo no tiene las butacas adaptadas que debiera tener para las personas con obesidad". Las autoridades locales indicaron que las butacas" tienen que tener un mínimo de 85 centímetros de ancho y deben estar distribuidas en diferentes lugares para que no haya discriminación", pero la sala no cumplía con ese requisito. En síntesis, la razón de la clausura esgrimida por las autoridades es que "el bingo indudablemente discrimina a la gente de La Plata que es obesa".

El Municipio intimó así a CODERE a cumplir con la reglamentación vigente y luego de la modificación dio el visto bueno para su reapertura. Pero los clientes no parecen estar conformes con las modificaciones, las cuales consideran insuficientes.