El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó el jueves a los líderes de la Unión Europea a imponer más sanciones a Rusia, donde el presidente Vladimir Putin evocó una famosa victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial para alentar a su nación.

Occidente ha impuesto amplias medidas punitivas desde que Rusia invadió Ucrania hace casi un año, devastando ciudades, matando a decenas de miles de personas, obligando a millones a huir de sus hogares y sacudiendo la economía mundial.

En las últimas oleadas de violencia, un misil destruyó un edificio de  apartamentos a última hora del miércoles en Kramatorsk, matando al menos a tres personas y dejando atrapadas a otras bajo los escombros, según la policía.

Moscú dijo el jueves que había atacado lanzacohetes de fabricación estadounidense en la zona, a unos 55 kilómetros al noroeste de la ciudad de Bajmut, actualmente el principal foco de los combates en el este de Ucrania, donde Rusia ha ido ganando terreno en las últimas semanas.

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En su discurso en Volgogrado, antiguamente conocida como Stalingrado, donde el ejército soviético derrotó a las fuerzas nazis hace 80 años, Putin predijo una nueva victoria en Ucrania.

Arremetió frente Alemania por ayudar a Kiev con armamento y dijo que estaba dispuesto a utilizar todo el arsenal ruso, que incluye armas nucleares. "Desafortunadamente, vemos que la ideología del nazismo en su forma y manifestación modernas vuelve a amenazar directamente la
seguridad de nuestro país", afirmó en un discurso.

"Una y otra vez tenemos que repeler la agresión del colectivo de Occidente. Es increíble, pero es un hecho: de nuevo nos amenazan tanques Leopard alemanes con cruces en ellos", agregó.

Putin presenta su "operación militar especial" en Ucrania — según ha denominado el Kremlin a la invasión— como una lucha para "desarmar" a su vecina, una antigua república soviética, y defender a Rusia de un Occidente agresivo.

Por su parte, Ucrania y Occidente califican la ofensiva como una guerra ilegal para ampliar el territorio ruso.

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"DEMOCRACIAS CONTRA REGÍMENES"
Tras llegar a Kiev en tren para mantener conversaciones sobre la aspiración ucraniana de ingresar en la Unión Europea, Ursula von der Leyen, jefa de comisión ejecutiva del bloque, prometió más ayuda financiera, militar y política para Ucrania.

También anunció la creación de un centro internacional en La Haya para perseguir los crímenes de agresión en Ucrania.

"Esta es una lucha de las democracias contra los regímenes autoritarios", declaró Von der Leyen en una conferencia de prensa conjunta con Zelenski. "Seguiremos aumentando la presión".

El líder ucraniano solicitó que se impongan más sanciones, afirmando que el ritmo se había "ralentizado ligeramente" y que Moscú se estaba adaptando a ellas durante el mayor conflicto armado en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

"Cuanto más rápido y mejor se cumpla esta tarea, más cerca estaremos de derrotar la agresión de la Federación Rusa", opinó.

Rusia, decidida a avanzar antes de que Ucrania reciba los carros de combate y vehículos blindados occidentales prometidos recientemente, ha tomado impulso en el campo de batalla y ha anunciado avances al norte y al sur de Bajmut.

Según el analista militar ucraniano Yevhen Dikiy, El ejército ruso está presionando tanto desde el norte como desde el sur para rodear Bajmut, utilizando la superioridad numérica de sus tropas para intentar cortarle el paso.

"El enemigo es capaz de utilizar su único recurso, que tiene en exceso: sus hombres", declaró Dikiy a Espreso TV, describiendo un paisaje al noreste de Bajmut "literalmente cubierto de cadáveres".

Ucrania y sus aliados occidentales afirman que Moscú ha sufrido enormes pérdidas en los alrededores de Bajmut, enviando oleadas de tropas mal equipadas, incluidos miles de reclutas salidos de las cárceles.

"Ambos estamos disparando con todo lo que tenemos", dijo un voluntario bielorruso que luchaba por Ucrania en el interior de Bajmut.

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CARRERA ARMAMENTÍSTICA
Un excomandante del grupo mercenario ruso Wagner, que huyó a Noruega, dijo a Reuters que lamentaba haber luchado en Ucrania y que estaba dando testimonio para llevar a los autores de atrocidades ante la justicia. "Aunque no sé cómo será recibido, quiero decir que lo siento", dijo Andrei Medvedev, de 26 años.

Reveló que fue testigo de cómo dos personas que no querían luchar fueron asesinadas a tiros delante de exconvictos recién alistados.

Ucrania ha conseguido promesas de armamento de Occidente que ofrecen nuevas capacidades: la última, prevista para esta semana, incluye cohetes estadounidenses que casi duplicarían el alcance de las fuerzas ucranianas.

"Estamos centrados en proporcionar a Ucrania la capacidad que necesita para ser eficaz en su próxima contraofensiva prevista para la primavera (boreal)", declaró el jueves el Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, durante una visita a Filipinas.

El nuevo armamento pondría al alcance de las fuerzas ucranianas todas las líneas de suministro rusas en el este del país, así como partes de Crimea, arrebatada a Ucrania y anexada por Rusia en 2014.

Moscú dice que esos cohetes intensificarán el conflicto, pero no cambiarán su curso, y añade que aumentará sus suministros de armas.

"Cuanto mayor sea el alcance de las armas suministradas al régimen de Kiev, más tendremos que hacerles retroceder de territorios que forman parte de nuestro país", dijo el jueves el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, a la televisión estatal rusa.

La guerra ha salpicado al ámbito deportivo, con un creciente número de llamamientos para que se impida a los atletas de Rusia y su aliado Bielorrusia participar en los Juegos Olímpicos de 2024 en París.

"Cualquier intento por parte del Comité Olímpico Internacional de que los atletas rusos y bielorrusos vuelvan a competir, aunque sea bajo bandera neutral, debe ser rechazado", afirmaron en un comunicado los ministros de Deportes de Letonia, Lituania, Estonia y Polonia.