El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, rindió homenaje a la resistencia de su pueblo en tiempos de derramamiento de sangre en un largo y lírico discurso de Año Nuevo, mientras que el líder ruso, Vladimir Putin, subrayó la unidad de su país en un mensaje breve y severo en el que sólo hizo referencia de pasada a la guerra.

Los discursos, mensajes tradicionales del 31 de diciembre tanto en Rusia como en Ucrania, ocurrieron mientras ambos países celebraban el final del año con un aumento de los ataques aéreos sobre los territorios del otro. Pero ninguna de las partes puede señalar ningún logro importante en la línea del frente en 2023.

"El principal resultado del año, su principal logro: Ucrania se ha hecho más fuerte", dijo Zelenski en un discurso televisado intercalado con imágenes de ciudades bajo ataque y reuniones con líderes de los aliados occidentales de Ucrania.

Al mencionar la palabra "guerra" 14 veces en su mensaje de 20 minutos, Zelenski también prometió, al igual que hace un año, que una Ucrania libre prevalecería.

"No importa cuántos cohetes lance el enemigo, no importa cuántos bombardeos y ataques —viles, despiadados, masivos— lleve a cabo el enemigo en un intento de doblegar a los ucranianos, intimidar, derribar a Ucrania, llevarla a la clandestinidad, seguiremos en pie", dijo, vestido con su característico traje caqui.

Los comentarios de Putin, que se enfrenta a unas elecciones en marzo, contrastaron fuertemente con los de Zelenski y también con su propio discurso del año pasado, cuando calificó la guerra de lucha casi existencial.

Este año, llamó a los soldados rusos "nuestros héroes", pero no mencionó a Ucrania por su nombre, ni se refirió a la "operación militar especial", su término para la guerra que desató su invasión en febrero de 2022.

Zelenski habló de la guerra y Putin hizo una referencia breve en discursos opuestos de Año Nuevo

Putin pronuncia su discurso de Año Nuevo a la nación en Moscú. Foto: Sputnik/Gavriil Grigorov/Pool vía REUTERS

"Hemos demostrado más de una vez que podemos resolver los problemas más difíciles y que nunca retrocederemos, porque no hay fuerza que pueda dividirnos", dijo Putin en un discurso de cuatro minutos, vestido de traje y corbata roja con los muros del Kremlin como telón de fondo.

"Somos un solo país, una gran familia".

La guerra —el conflicto más mortífero en Europa desde la Segunda Guerra Mundial— se acerca a su segundo aniversario, sin un final a la vista, con miles de muertos, millones de ucranianos desplazados e innumerables ciudades convertidas en escombros.

Ni Putin, ni Zelenski, se refirieron a los 1.000 kilómetros de línea del frente, donde la contraofensiva de Kiev tuvo escaso éxito y donde Moscú ha estado presionando con su más reciente pero lenta ofensiva a lo largo del flanco oriental con el objetivo de hacerse con el control de más territorio ucraniano.

Y mientras Zelenski habló de unas 6.000 alertas de ataques aéreos en Ucrania en el último año, Putin no mencionó ningún ataque, ni siquiera el que Rusia dice que Ucrania llevó a cabo en Bélgorod en los últimos días, en el que murieron al menos 24 civiles.

Ambos hablaron de la fortaleza de sus países y sus pueblos: Putin dijo que el futuro esfuerzo común hará más fuertes a Rusia y a su pueblo, y Zelenski afirmó que la guerra ya había demostrado la fortaleza de los ucranianos.

"Y al igual que el pasado 31 de diciembre, hoy decimos: 'No sabemos con certeza qué nos deparará el Año Nuevo'", afirmó Zelenski.

"Pero este año podemos añadir: 'Traiga lo que traiga, seremos más fuertes'".