Vuelta a la normalidad: el Reino Unido anunció el fin de las restricciones
El primer ministro, Boris Johnson, adelantó que comenzará a dar detalles luego de las vacaciones escolares, que son del 14 al 20.
El Gobierno británico planea eliminar la actual norma que obliga a los infectados de COVID en Inglaterra a aislarse a finales de febrero, algo que se produciría "un mes antes de lo previsto", según adelantó este miércoles el primer ministro, Boris Johnson.
En una intervención durante la sesión de control en la Cámara de los Comunes (baja) del Parlamento británico, el líder "tory" anticipó que su Ejecutivo dará detalles sobre su plan para convivir con el coronavirus una vez que finalicen las próximas vacaciones escolares en el Reino Unido, del 14 al 20 de febrero.
Actualmente, las personas infectadas han de aislarse durante cinco días completos y pueden finalizar el periodo de aislamiento si dan negativo el quinto y el sexto día o en dos días consecutivos posteriores, hasta un máximo de diez.
En principio, estaba previsto que las últimas restricciones que aún quedan vigentes en este país fueran a ser levantadas el próximo 24 de marzo.
"Tengo la intención de regresar el primer día tras el receso por las vacaciones escolares para presentar nuestra estrategia para convivir con el COVID″, afirmó el premier.
Johnson explicó que "suponiendo que la actual y alentadora tendencia de los datos (de contagios y muertes) continúe", confía en que su Gobierno "pueda poner fin a las últimas restricciones domésticas, como el requisito legal que obliga a autoaislarse en caso de dar positivo en un test (de Covid), un mes entero antes de lo previsto".
El dirigente conservador afrontó este miércoles el escrutinio de los diputados por primera vez desde que introdujera pequeños retoques en la configuración de su gabinete, una maniobra política percibida como un intento por aplacar a los parlamentarios "tories" que cuestionan el futuro de Johnson como líder tras el escándalo de las fiestas celebradas durante la pandemia por miembros del Ejecutivo.
Inglaterra levantó a finales de enero casi todas las restricciones por coronavirus que se habían reimpuesto a principios de diciembre para hacer frente a la variante Ómicron, con lo que ya no se exigirán máscaras en lugares cerrados y se archivarán los pasaportes de vacunación.
La necesidad de que los viajeros totalmente vacunados se sometan a la prueba de Covid antes o después de llegar al Reino Unido terminará a finales de esta semana.
El número de casos positivos disminuyó considerablemente desde el nuevo año, informan las agencias de noticias internacionales.
Aunque todavía están en niveles altos, las cifras han seguido bajando en las semanas siguientes a la flexibilización de las medidas.
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El Gobierno anunció el martes 66.183 nuevos contagios, así como 314 nuevas muertes por el virus, lo que eleva la cifra total del país a casi 159.000, una de las más altas de Europa.
El gobierno del Reino Unido sólo es responsable de la política sanitaria en Inglaterra, mientras que las administraciones descentralizadas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte establecen sus normas.
¿Qué sucede en los Estados Unidos?
En Connecticut, el superintendente escolar en Cheshire recibió el lunes mensajes de familias que sienten que las máscaras son fundamentales para proteger a los estudiantes y otras personas a las que se han opuesto durante mucho tiempo.
"Desafortunadamente, este es un problema en el que no hará felices a todos. No podemos permitir que esas pasiones individuales decidan el debate", dijo el superintendente Jeffrey Solan.
Si la decisión tuviera que tomarse de inmediato, dijo Solan, su distrito en los suburbios de New Haven no sería opcional, según las métricas desarrolladas con los funcionarios de salud locales, incluidas las tasas de vacunación e infección.
Algunos funcionarios escolares de todo el país dieron la bienvenida a los mandatos impuestos por el Estado para evitar que tengan que tomar
decisiones impopulares, especialmente al comienzo de la pandemia.
Pero muchos superintendentes dicen que ahora tienen las herramientas para decidir si se deben requerir máscaras y agradecen la capacidad de adaptarse según sea necesario.