Una reforma judicial con críticos dentro y fuera de México
En el final de su mandato, el presidente mexicano impulsa la norma por la que los jueces serán elegidos en comicios.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador logró su objetivo de dejar la Reforma del Poder Judicial como legado, ya que su mandato concluirá el 30 de septiembre, cuando asuma su sucesora ya electa, Claudia Sheinbaum, integrante de la misma fuerza.
El trámite parlamentario terminó la madrugada del miércoles con su aprobación en el Senado, donde el oficialismo consiguió el único voto que le faltaba gracias a un parlamentario de la oposición y después de una muy convulsionada sesión que incluyó la irrupción de manifestantes en el pleno, el cambio de sede de la sesión y acusaciones de cooptar el voto, indicó la agencia Associated Press.
El senador que cambió su voto, Miguel Ángel Yunes Márquez del Partido de Acción Nacional (PAN), fue expulsado de la fuerza opositora junto con su padre —y suplente en el Senado— el exgobernador Miguel Ángel Yunes Márquez y otra diputada local que también apoyó la iniciativa por “traición a México”. El PAN también anunció que impugnará la reforma ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Aunque existen recursos judiciales contra la propuesta por irregularidades en su proceso parlamentario —que los críticos tacharon como totalmente antidemocrático— varios expertos ven complicado que finalmente se pueda detener su puesta en marcha.
Una posibilidad es que sea contestada por contradecir convenios o tratados internacionales suscritos por México y en los que el Estado mexicano se compromete a tener una justicia imparcial e independiente.
López Obrador protagonizó duros enfrentamientos con la judicatura porque los tribunales bloquearon o paralizaron algunas de sus grandes reformas, asegura que la reforma acabará con la corrupción al facilitar las sanciones a los magistrados.
Pero los críticos, entre los que están los gobiernos de los Estados Unidos y Canadá, argumentan que la reforma pone en riesgo la independencia judicial y representa un duro golpe para el sistema de contrapesos del gobierno y generará incertidumbre entre los inversores.
Además, consideran que llenará las cortes con jueces afines al partido en la presidencia, permitirá que personas con poca experiencia sean jueces y podría facilitar que políticos y delincuentes puedan influir en los fallos judiciales.
Diputados
En apenas ocho minutos, las bancadas de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados dieron trámite a la sesión en la que se declaró la constitucionalidad de la reforma al Poder Judicial. Con ello se cerró el proceso legislativo y remitió la enmienda al Poder Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Los legisladores de la oposición no acudieron a la sesión en San Lázaro en un intento de hacer vacío a la concreción de esta reforma. En sus curules, los opositores del PAN dejaron pancartas con la leyenda “Soy resistencia a destruir el Poder Judicial”, al tiempo que los legisladores de MC colocaron unas donde se leía la frase “Luto por la justicia”.
Mientras que los diputados del llamado movimiento de transformación (Morena, PT y PVEM) celebraron con gritos y consignas. “Sí se pudo, sí se pudo”, “Reforma judicial, mandato popular”, se escuchó entre las curules; a la par que otros alzaban letreros con el mismo mensaje: “El pueblo manda”. Unos más, lanzaron el conocido estribillo: “Es un honor, estar con Obrador”.