Una iniciativa pública-privada contra el cambio climático entona la previa del COP26
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) recibió el mayor aporte corporativo privado en EEUU para reforzar su acción de restaurar, proteger y mejorar la salud de los bosques con vistas a 2030.
En la antesala de la 26 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), a realizarse en Glasgow desde fin de mes, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), con sede en Suiza, anunció que una corporación privada internacional aportará 80 millones de dólares que permitirán avanzar en el objetivo de conservación de los bosques alrededor del mundo.
No sólo se trata de la constitución de un fondo económico, sino que es el primer caso en que se dirigen objetivos basados en la ciencia para los bosques que involucra la acción de una empresa privada con el WWF, y la convierte en su socio corporativo más grande en EEUU.
La iniciativa apunta a sumar a otras firmas que utilizan el papel como insumo industrial en sus productos y servicios de impresión, con el objetivo de compensar hacia 2030 los recursos forestales extraídos. La celebración de estos acuerdos voluntarios con las corporaciones privadas sirven a los reguladores de sólida argumentación de las medidas de protección que promuevan a nivel regional y de los países.
Casi la mitad de todos los bosques globales están bajo la amenaza de la deforestación y la degradación, lo cual representa un gran riesgo para la biodiversidad, el agua, la gente y las empresas que dependen de los bosques saludables.
Las investigaciones demuestran que las soluciones basadas en la naturaleza, como la gestión de tierra sostenible, al igual que, la protección y restauración de los bosques, pueden contribuir hasta un 30% a la mitigación climática necesaria para cumplir en 2050 con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el cambio climático a 1.5oC.
Conservación de los bosques para combatir el cambio climático
“Para solucionar verdaderamente la crisis dual de cambio climático y naturaleza, necesitamos que las empresas vayan más allá de sus cadenas de suministro inmediatas”, propuso Carter Roberts, presidente y CEO de WWF.
“Resolver estos problemas significa hacerse responsable de las emisiones y los impactos ambientales de todo el ciclo de vida de los productos de una compañía”, sostuvo.
Resaltó la necesidad de que las firmas privadas se comprometan a abordar los recursos forestales usados para el papel fuera de su cadena de producción, y mencionó esta de HP como “una ayuda a liderar los objetivos de desarrollo basados en la ciencia para los bosques”.
Se esperanzó en que, de esta forma, se puede empezar a construir una hoja de ruta que contenga los compromisos corporativos relacionados con el cambio climático y la naturaleza que servirá para que otros la sigan”.
“Dado el impacto que tienen en el aire que respiramos, en los hábitats para la vida silvestre y en los medios de vida de las comunidades alrededor del mundo, los bosques son fundamentales para la sobrevivencia humana, antes que nada, así como también material para nuestra empresa”, comentó James McCall, director de sostenibilidad de HP Inc, la compañía que hizo punta en la integración de su estrategia de acción climática integral con WWF.
“Esta asociación está diseñada para proteger y restaurar los ecosistemas forestales a través de la impresión, y ayudar a asegurar un mejor futuro para todos, en todas partes”, agregó. Atenderá en principio las 17 millones de toneladas métricas de papel usado en impresoras comerciales y de consumo de HP durante más de 10 años. Equivale a la gestión, restauración y protección sostenible de 384,000 hectáreas de bosques.
En Argentina, el último informe de Greenpeace indica que las provincias de Santiago del Estero, Formosa, Chaco y Salta perdieron en total unas 80 mil hectáreas de bosques y monte como consecuencia de la tala indiscriminada para la expansión de la frontera agropecuaria.
La región del Gran Chaco argentino es una de las zonas del mundo con mayor índice de deforestación a pesar de la sanción de la Ley de Bosques de 2007, que ha sido sistemáticamente desfinanciada tanto por los gobiernos peronistas como por el macrismo.
De hecho, desde ese año hasta el 2020 el país llevaba perdidas 959.769 hectáreas de bosques protegidos. Si bien desde 2014 se registra “una importante disminución de la deforestación”, el año pasado “un tercio de los desmontes se produjeron en bosques protegidos por la normativa nacional de bosques” en estas cuatro provincias del norte.