Desde el fin de semana Río de Janeiro vive momentos cruciales tras las inundaciones y desprendimientos de tierra por las intensas lluvias. Por el momento el temporal dejó un saldo de 18 muertos y se espera que el número se eleve ya que todavía hay personas desaparecidas.

Las tormentas ocasionaron la destrucción de decenas de casas y el barrio Monsuaba de Angra dos Reis fue el que más sufrió este tipo de destrozos. Las autoridades confirman que se trata de una lluvia histórica ya que en menos de 48 horas cayeron 800 mm, cinco veces de lo que debería llover en todo abril.

Allí 10 personas perdieron la vida por un deslizamiento de tierra, mientras que en Paraty se contabilizó a 7 ciudadanos, una madre y sus seis hijos, que murieron producto del mismo factor. Otra persona falleció en Mesquita tras electrocutarse cuando intentaba salvarle la vida a un vecino.

Todavía los grupos de rescate, bomberos y defensa civil trabajan a contrarreloj para encontrar a los desaparecidos y ayudar a las personas que se quedaron sin sus casas. A través de su cuenta de Facebook, Jair Bolsonaro informó que se envió aviones militares para ayudar en las tareas y labores de rescate.

Esta noticia viene de la mano de las últimas tormentas e inundaciones que vive Brasil y especialistas manifiestan que se trata de un avance en el cambio climático. A su vez sostienen que los temporales de esta magnitud serán cada vez más recurrentes en estas zonas tropicales.