El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, impuso un nuevo aislamiento para niños de entre 10 y 14 años, a quienes instó a quedarse con la "atención a la televisión todo el día", como método para reducir los contagios de coronavirus.
   "Regresen a sus casas y además son buenos sólo con la televisión. Pueden poner su atención a la televisión todo el día", sostuvo el polémico mandatario del sudeste asiático.
   El jefe de Estado volvió a poner en vigencia el confinamiento de los niños de entre 10 y 14 años, que se suma al que rige para ancianos.
   Si bien muchos padres han incumplido las reglas al dejar que sus hijos jueguen en calles o parques, la medida ha impedido que las familias visiten los centros comerciales, que son los centros de la vida comunitaria y el gasto del consumidor.
   Las aulas también permanecieron cerradas en Filipinas.