Subió a 25 el número de personas muertas como resultado de la operación policial registrada el martes en una favela o barrio marginal de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, luego de que fallecieron otras tres personas que permanecían heridas en un hospital local, informó este miércoles la Policía Militarizada.

El operativo de la Policía Federal, la Policía Federal de Carreteras y la Policía Militarizada se llevó a cabo en la favela de Vila Cruzeiro, en la zona norte de Río de Janeiro, cuando se pretendía capturar a dirigentes de la mayor facción criminal de la ciudad.

La Policía Militarizada indicó en su momento que los elementos policiacos fueron recibidos a tiros por presuntos criminales en la parte alta de la favela, por lo que respondieron a la agresión con el saldo de 15 sospechosos muertos, mientras que una mujer de 41 años falleció por una bala perdida y nueve cadáveres más no han sido identificados.

El enfrentamiento dejó también varios heridos, entre ellos dos que murieron la madrugada de este miércoles, además de un adolescente.

Durante la operación policiaca también fueron decomisadas armas largas, pistolas y una granada, así como gran cantidad de drogas, motocicletas y vehículos utilizados por los presuntos delincuentes.

Se trata de la segunda operación policiaca más letal realizada por fuerzas de seguridad en Río de Janeiro, luego de la efectuada hace un año en la favela de Jacarezinho con saldo de 28 personas fallecidas.

En la Favela Cruzeiro, al norte de Río de Janeiro, esta vez la Policía buscaba al jefe criminal de la banda “Comando Vermelho”.

Los enfrentamientos se ubicaron en la parte alta de la favela, cerca de una zona boscosa. Los efectivos policiales fueron apoyados por un helicóptero blindado de la Policía Militar.

La Secretaría de Educación Municipal señaló que las 11 escuelas de la región permanecerán cerradas y brindarán clases de forma remota para seguridad de los menores ante posibles represalias o nuevos operativos.

El “Comando Vermelho” es una de las bandas más peligrosas del país y una de las más antiguas. Surgió en prisión como manera de proteger a los prisioneros en los que se cometían delitos menores, pero en los años ochenta comenzaron en el ámbito de las drogas hasta considerarse una potencia en Brasil.