Las incursiones de Pekín en el espacio aéreo de la que considera una provincia bajo su soberanía, Taiwán, avivó otro foco de tensión geopolítica en Asia Oriental, cerca de Japón y Filipinas.

La ofensiva, o más bien la demostración de fuerza duramente condenada por la comunidad internacional, encuentra del lado taiwanés el armado de una férrea defensa, que en el último año se reforzó con la presencia de estadounidenses que entrenan en secreto a las tropas locales.

Más de una veintena de miembros del servicio de EEUU, incluidas las fuerzas especiales, se había trasladado al país insular por orden de la Administración del expresidente Donald Trump, en el más absoluto de los secretos, aunque no escapó al radar del servicio secreto chino que se trató de un apuntalamiento de las defensas de la isla debido a la preocupación ante una eventual invasión del gigante vecino.

Estados Unidos y aliados como Japón o Reino Unido estuvieron realizando simulacros navales en aguas cercanas, según recogió la agencia de noticias Bloomberg, y la Casa Blanca, bajo la presidencia de Joe Biden, concretó un acuerdo de defensa con Reino Unido y Australia, para reforzar el armamento en otra conflictiva zona: la indopacífica.

El contingente norteamericano se desplegó en Taiwán durante al menos un año, como respuesta a la acumulación militar de años de China y los movimientos recientes.

Se cuentan unas dos docenas de miembros de las tropas de operaciones especiales y de apoyo de Estados Unidos, más un grupo de elite de infantes de marina, que estuvieron operando en secreto en Taiwán para entrenar fuerzas militares terrestres, admitieron funcionarios estadounidenses.

Los marines preparan a las fuerzas marítimas locales en el entrenamiento para botes pequeños.

Libertad y democracia

La presidenta taiwanesa, Tsai Ing Wen, subrayó este viernes que "no busca la confrontación militar", pero advirtió que "hará lo que sea necesario para defender la libertad y forma de vida democrática" de la isla, que enfrenta fuertes tensiones con China.

El día anterior, el portavoz del Pentágono John Supple había resaltado el "apoyo a Taiwán" e indicaba que la defensa está "en línea con la actual amenaza que representa China", si bien no ha concretado información sobre los mencionados entrenamientos.

Washington reiteró en numerosas ocasiones su "apoyo" a una resolución pacífica en el Estrecho de Taiwán e instó a Pekín a reducir sus actividades y las tensiones en la zona.

El gobierno de Ji Xinping aseguró que se controlará la zona incluso mediante el uso de la fuerza en caso de que sea necesario, ya que considera separatistas a las autoridades de la isla.