Al menos 45 personas murieron y 53 resultaron heridas tras el fallido aterrizaje de un avión militar filipino en una pista en el sur de ese país asiático, indicaron las autoridades.

El secretario de Defensa de Filipinas, Delfín Lorenzana, señaló en un comunicado entregado este domingo que 92 personas, en su mayoría militares, viajaban en el aparato. Cinco siguen desaparecidas.

Tres de las víctimas mortales son civiles que se encontraban en la zona donde impactó el avión, mientras el resto de los fallecidos son soldados, indicaron las autoridades en su última actualización.

Entre los sobrevvientes, 17 de los cuales fueron ingresados en un hospital militar de la región, también se encuentran cuatro civiles.

La aeronave, un C-130 Hércules de cuatro motores, realizaba la maniobra de aterrizaje en un aeródromo de la isla de Jolo cuando se pasó la pista y no pudo volver a levantar altura alrededor de las 11.30 hora local (03.30 GMT) hasta estrellarse en un campo cercano.

"Al perder la pista de aterrizaje el avión trató de recobrar la potencia, pero no tuvo éxito y sufrió un accidente", indicó el comandante general de la Fuerza Aérea de Filipinas, Cirilito Sobejana, en un comunicado en el que precisó que la aeronave partió de una base en Cagayán de Oro, en la isla de Mindanao.

Las autoridades precisaron que en la aeronave viajaban, además de los soldados, tres pilotos y cinco miembros de la tripulación.

Los soldados, en tanto, en su mayoría acababan de graduarse e iban a ser desplegados en un batallón que combate contra varios grupos extremistas islámicos que se refugian en el remoto archipiélago de Jolo.

Según los reportes, la aeronave se partió en dos, y las autoridades tratan el caso como un accidente y no como un ataque contra las Fuerzas Armadas.