Ucrania se adjudicó la autoría del atentado que provocó la muerte del jefe de las fuerzas de defensa radiológica, química y biológica de Rusia,. El hecho ocurrió en Moscú, cuando una bomba oculta explotó en un patinete eléctrico, un método inusual pero efectivo que logró alcanzar al alto mando militar ruso y a uno de sus asistentes.

El atentado tuvo lugar en una zona céntrica de Moscú y según informes preliminares, la explosión fue detonada de manera remota al paso de Kiríllov, quien se encontraba inspeccionando una infraestructura del Ministerio de Defensa.

La inteligencia ucraniana afirmó posteriormente que el ataque había sido cuidadosamente planeado durante semanas.  

Kiríllov, de 58 años, era uno de los hombres clave en la estructura militar de Rusia, encabezando la defensa y el desarrollo de capacidades nucleares, químicas y biológicas.  

Fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) dejó trascender que habían organizado el atentado. “Ígor Kiríllov tenía las manos manchadas de sangre por el uso de armas prohibidas en territorio ucraniano”, afirmó la fuente ucraniana a medios internacionales.

Ígor Kiríllov lideraba las fuerzas de defensa radiológica, química y biológica del ejército ruso desde 2018 y había consolidado programas relacionados con el desarrollo y uso de armas no convencionales, lo que le valió ser objeto de sanciones internacionales y acusaciones por parte de Occidente.