El acuerdo, firmado en 2011 y conocido como la Convención de Estambul, se gestó para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres. De hecho, es el primer instrumento en el mundo que sirve de norma fija para erradicar esta lacra.

Pese a ello Erdogan retiró a su país por decreto presidencial, dando una victoria a los más conservadores y provocando el enfado de la oposición y de miles de manifestantes

La decisión de retirar al país del tratado, considerado el primer instrumento supranacional en fijar normas obligatorias para evitar la violencia contra las mujeres en los países firmantes, fue dada a conocer a través de un boletín oficial entre la noche del 19 y la madrugada del 20 de marzo.

Y eso que Turquía fue el primer país firmante del convenio –que busca prevenir y combatir tanto la violencia de género como cualquier abuso contra las mujeres–, emitido por el Consejo de Europa en un comité de ministros reunido en Estambul en 2011. La ley entró en vigor en 2014 y, a su vez, la Constitución turca dice que los acuerdos internacionales tienen el carácter de fuerza de ley.

El anuncio emitido no ofreció detalles sobre las razones del retiro. No obstante, las autoridades, entre ellas el ministro del Interior y la ministra de Familia, Trabajo y Servicios Sociales, expresaron que garantizarán la protección de la mujer a través de otras leyes nacionales. 

"La existencia o ausencia de convenios internacionales no reduce ni aumenta nuestras responsabilidades para prevenir cualquier forma de delito que enfrentarán nuestros ciudadanos y nuestro trabajo como requisito de esta responsabilidad. También debe tenerse en cuenta que dejar el acuerdo es un derecho de todo Estado soberano, así como lo es ser parte de tratados y convenciones internacionales", dijo el ministro del Interior, Süleyman Soylu.

El Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica había generado divisiones en el Partido Justicia y Desarrollo (AK) del presidente Recep Tayyip Erdogan. En 2020, algunos funcionarios habían adelantado que la nación estudiaba retirarse del pacto, en medio de grandes discusiones por frenar un alza en los casos de violencia de género. 

De hecho, el tratado había generado divisiones en el seno de la familia de Erdogan. Según El País, tanto la esposa del mandatario y su hija, vicepresidenta de una asociación de mujeres conservadoras, así como varias diputadas del Partido Justicia y Desarrollo, se mostraron a favor de mantenerlo.