Las autoridades de Laos hicieron públicos los nombres de tres turistas que murieron por  presunto envenenamiento por metanol después de haber tomado bebidas alcohólicas adulteradas.

Se trata de dos mujeres danesas, identificadas como Anne-Sofie Orkild Coyman, de 20 años, Freja Vennervald Sorensen, de 21, y James Louis Hutson, un hombre estadounidense de 57 años.

Los turistas se alojaban en el albergue Nana, en la ciudad ribereña de Vang Vieng, un centro de viajeros a unas dos horas al norte de la capital, Vientiane.

Estas personas se suman a la lista de otros tres turistas, que también murieron por presunto envenenamiento por metanol en la ciudad la semana pasada.

Las dos jóvenes danesas fueron halladas inconscientes en la habitación de su hostel el 13 de noviembre. Fueron enviadas a un hospital de la capital, Vientiane, pero murieron durante la noche. Las mujeres habían estado en un bar de la ciudad la noche anterior, según informaron fuentes locales. El equipo médico dijo que la causa de la muerte fue una insuficiencia cardíaca repentina.

Lo curioso del caso, es que el mismo día en que se encontraron a las jóvenes danesas, el personal del hostel advirtió que el hombre estadounidense no había salido de su habitación. Esta actitud les pareció sospechosa y decidieron ingresar a su cuarto. Desafortunadamente, lo encontraron muerto en la cama, con varios vasos vacíos cerca. No tenía hematomas ni heridas en el cuerpo, según informaron los medios locales.

En una visita al lugar, el gobernador prometió que los responsables de las muertes serían acusados ​​y el albergue fue cerrado para una exhaustiva investigación.

El gerente del hostel negó su culpabilidad y afirmó que se habían servido las mismas bebidas a al menos otros 100 huéspedes esa noche, quienes no reportaron algún malestar.

El metanol es una sustancia mortal que se encuentra a menudo en el alcohol de contrabando. Los especialistas médicos afirman que beber tan solo 25 mililitros de esta sustancia puede ser mortal, pero a veces se añade a las bebidas porque es más barato que el alcohol.