En el mes de septiembre las diferentes religiones celebran el mes de La Biblia, algunas de las religiones son: Católica, Evangélica, Ortodoxa, entre otras. La Biblia ha sido el libro fundacional de las culturas occidental y oriental.

Su gravitación en la legislación, la ética y todas las ramas del arte ha dado un perfil común a nuestra cultura latinoamericana.

La Biblia es un libro sagrado para todos los creyentes, independientemente de la religión a la que se pertenezca, éste constituye uno de los tesoros más apreciados de la literatura universal, el cual relata lo que fue y será el futuro para el mundo.

El Día de la Biblia resalta la relevancia de los valores del ser humano, como el respeto, el amor y los derechos del hombre.

Hoy se dice que el versículo Isaías 26:20 predijo el COVID. Los creyentes, afirman que en el libro de Isaías en el versículo 26:20 se anuncia la llegada de la emergencia sanitaria, pues el en el pasaje bíblico aparece "Ve pueblo mio, entra en tu casa y cierra las puertas detrás de ti. Escóndete un poco, hasta que pase la ira del Señor", y los números 26:20 ( marzo 26 del 2020) coinciden con una fecha clave

En la tarde lluviosa del 26 de marzo y acompañada por el repicar de las campanas y la sirena de las ambulancias, el papa Francisco cumplió un gesto histórico al impartir la bendición y la indulgencia plenaria al mundo entero por la terrible pandemia que lo azota.

"Señor, no nos abandones", suplicó el papa al hablar de una "tormenta inesperada y furiosa", de "una tempestad que desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades", dijo.

Durante el inédito rito, que incluyó la bendición "Urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo), el papa llamó a los fieles a "remar juntos". Su mensaje fue retransmitido por televisión, internet y radio

"Estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos", dijo al invitar "a activar la solidaridad, capaz de dar sentido en estas horas en las que todo parece naufragar", enfatizó.

La bendición mundial permite a los más de 1.300 millones de católicos obtener la indulgencia plenaria