El ex candidato a presidente y escritor Mario Vargas Llosa, acérrimo enemigo del padre de Keiko Fujimori, fue el primero en reaccionar públicamente ante la posibilidad cierta de que asuma Pedro Castillo la poltrona de la Casa Pizarro para pronunciarse en favor de la postulante derechista, a la que calificó de “mal menor”.

Tuvo que soslayar que el Ministerio Público esté pidiendo más de 30 años de prisión por lavado de activos, organización delictiva y obstrucción a la justicia por contribuciones millonarias no declaradas. – en sus campañas electorales de 2011 y 2016 – por la brasileña Odebrecht y el principal grupo financiero peruano. 

El maestro rural de la vereda de enfrente lidera todas las investigaciones en su contra.

En tres encuestas de la semana pasada, la intención de voto del candidato populista prevalece en las regiones, en tanto Keiko lo supera por poco en el área metropolitana de Lima, donde se concentra casi el 30% del electorado

‘Todos contra Castillo’

Por eso la artillería de campaña se empezó a descargar sobre la capital de Perú, donde el lunes aparecieron unos enormes Leds que incitan a la ciudadanía urbana, al temor, con consignas tales como: “piensa en tu futuro, no en el comunismo, piensa en tus hijos”; o “protege tu trabajo y tu libertad”, parafraseando los mensajes de los voceros de la campaña de infundir el “miedo al comunismo” que afirman encarnaría Castillo.

En un análisis realizado en un reportaje especial de El País se desmenuza que “el líder del partido Fujimori, Fuerza Popular, ha reclutado al equipo de asesores de un exministro de Economía del gobierno de su padre, Jorge Baca, y de la exdiputada fujimorista Carmen Lozada, quien estuvo en el Parlamento de Fujigolpe de 1992 a 2000”. 

Y que “en el Legislativo, Lozada fue uno de los grandes defensores del régimen y coordina acciones contra la oposición con el entonces jefe de facto de las Fuerzas Armadas, Vladimiro Montesinos, asesor principal de Fujimori, a quien Vargas Llosa señaló como su límite del apoyo a Keiko.

Llamativo apoyo de Vargas Llosa a la hija de su archienemigo ex dictador

Otras adhesiones reunidas por Fujimori fue el de su excanciller Francisco Tudela, quien cuestionó que el que fuera compañero en el gabinete, el economista conservador Hernando de Soto, pellizcara votos presentándose en la primera vuelta por fuera, con Avanza País, para terminar en cuarto lugar.

Su hija Adriana se diferenció anunciando que se inclinaba el 6 de junio por la candidata derechista. 

El neokeísmo, que une más por espanto que por amor a los que se definen como anticomunistas, congrega junto al Premio Nobel de Literatura 2010 al ex primer ministro Pedro Cateriano, y lo mismo al excandidato presidencial de extrema derecha Rafael López Aliaga, tercero en la primera vuelta, que anunció que saldrá de gira por el país para oponerse a la candidatura de Castillo.

Exministros del régimen de Alberto Fujimori y la ex candidata de derecha Lourdes Flores se acoplaron a la política conservadora de Keiko previo a la segunda vuelta. 

El exdiputado Flores Nano, quien se había postulado a la presidencia por la democracia cristiana en 2001 y 2006, dijo que el comunismo es un pensamiento atrasado que le causaría mucho daño al Perú, y por lo tanto el Partido Popular Cristiano jamás apoyaría.

Los medios limeños, en su mayoría, están decididamente a favor de la coalición derechista, pero con ese apoyo no bastaría, según la investigadora y profesora de la Universidad de Lima, Lilian Kanashiro.

Dentro del rejunte fujimorista ninguno tiene un perfil regional, sino que se trata de una propuesta hipercentralista de Lima, en tanto Castillo representa el espíritu popular, asentado en el interior.

En el afán por descontar ventaja, Keiko desafió a un debate a Castillo en su propio reducto, porque siente que por ese lado podría hacer diferencia entre los indecisos.