El prestigioso diario The New York Times publicó hoy que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, podría estar preparando autogolpe.

La difícil situación por el coronavirus (Brasil es el segundo país con más casos en el mundo y el tercero con más fallecidos, 38 701), investigaciones sobre el primer mandatario y su familia, inversiones saliendo del país, además de otros factores, podría hacer pensar que tal vez Bolsonaro tendrá problemas para finalizar su mandato en el 2022.

Algunas de las figuras militares más importantes de Brasil advierten sobre la inestabilidad que provoca la crisis, lo que genera estremecimientos de que podrían hacerse cargo y desmantelar la democracia en el vecino país.

Uno de los hijos del presidente, Eduardo Bolsonaro, llegó a decir que "ya no es una opinión sobre si sucederá, sino cuándo ocurrirá esto".

Bolsanaro, quien fue capitán del Ejército, llegó al poder en 2019 prometiendo orden tras un polémico tiempo en que se destituyó a la ex presidenta Dilma Rousseff y se encarceló al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

Su llegada contentó a los mercados, ya que en su gabinete contaba con especialistas que promovían el libre mercado, pero con el paso del tiempo y la llegada del coronavirus empezaron los reveses, especialmente por su afán de minimizar el virus y querer que todo siga lo más normal posible pese a las cifras.

Bolsonaro, ante las muertes por Covid, dijo: "Es el destino de todo el mundo".

Actualmente enfrenta acusaciones de que está suprimiendo datos acerca de la pandemia.

En tanto, el presidente, su familia y varios seguidores están siendo criticados por abuso de poder, corrupción y divulgación ilegal de información errónea.

Incluso el Ministro de Seguridad Institucional de Brasil, el general retirado Augusto Heleno, dijo que habría consecuencias impredecibles para la estabilidad nacional luego de que el Tribunal Supremo dejara avanzar una investigación a partidarios de Bolsonaro.

Heleno dijo después que no se había referido a un golpe de estado.

La decisión de la Corte también hizo que el propio Bolsonaro dijera a la Policía que ignore las órdenes absurdas de la Corte, algo que hizo que el ministro de justicia, Sergio Moro, renunciara a su cargo criticando al mandatario por amenazar las institucionalidad de la fuerza e intentar influenciar sobre cargos dentro de ella para proteger a sus hijos investigados por corrupción.

Pese a todo, especialistas ven aún lejos la posibilidad de una intervención militar, pero se ve con recelo las amenazas que el mandatario hace a varias instituciones del Estado que mantienen frentes contra él, su familia y aliados.

Sobre todo ahora que dos de sus hijos están siendo investigados por las campañas de desinformación y difamación que ayudaron a que su padre sea elegido.

Si llegase a encontrarse evidencias, la oposición podría intentar anular las elecciones de 2018, aunque expertos no creen que esto pase.

De acuerdo con el análisis que hace el NY Times, lo que ocurre es que si llegase a ponerse en peligro la continuidad de Bolsonaro, se buscaría algo similar a lo que hizo Alberto Fujimori en su autogolpe en Perú en 1992, cuando usó a las Fuerzas Armadas para disolver el Congreso, reorganizar el poder judicial y perseguir a sus opositores.

Las Fuerzas Armadas tienen una gran influencia en la adminsitración de Bolsonaro, con generales retirados y activos ocupando 10 de los 22 cargos del gabinete.

Además, otros 2900 militares activos han sido incorporados como funcionarios administrativos.