A pesar del escándalo, tras el robo de una importante cantidad de dinero en una granja de su propiedad, el presidente de Sudáfrica, Ciryl Ramaphosa, no tiene intenciones de renunciar a su puesto, según voceros de su gobierno.

La tormenta política comenzó con las afirmaciones de que mantuvo grandes sumas de dinero en efectivo en su propiedad y
luego encubrió su robo.

Un panel de expertos legales concluyó que el presidente tiene que responder por esas acusaciones. No obstante, un portavoz de Ramaphosa sugirió que seguiría luchando y, en lugar de renunciar, buscaría un segundo mandato como líder de su partido ANC.

"El presidente Ramaphosa no renuncia por un informe defectuoso, ni tampoco se hace a un lado", aseguró Vincent Magwenya, citado
por BBC. El futuro de Cyril Ramaphosa pendía de un hilo desde el jueves, después de que un informe de una comisión encontrara pruebas preliminares de que podría haber cometido graves irregularidades.

La investigación se centró en el presunto robo de millones de dólares en efectivo de la millonaria granja de caza Phala Phala del presidente en 2020, un incidente que salió a la luz en junio y ha sido bautizado como el escándalo "Farmgate".

El robo ha suscitado interrogantes sobre cómo adquirió el dinero Ramaphosa, que llegó al poder con la promesa de luchar contra la corrupción, y si lo declaró.

El presidente ha negado haber cometido ningún delito y no ha sido acusado. El rand llegó a caer más de un 4% frente al dólar, aunque luego redujo sus pérdidas, y los bonos soberanos sudafricanos en dólares cayeron bruscamente ante las especulaciones de que Ramaphosa dejaría su puesto.

El mayor partido de la oposición del país, Alianza Democrática, ha pedido unas elecciones anticipadas y el informe ha sumido al gobernante Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) en una crisis. También amenaza los esfuerzos de Ramaphosa por reavivar la confianza de los inversores en la economía más industrializada de África, tras una década de escándalos de corrupción bajo el mandato del expresidente Jacob Zuma.

El ANC dijo que su comité ejecutivo se reuniría para discutir el informe de la comisión el viernes por la mañana, retrasando un plan anterior de reunirse el jueves. El ministro de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, calificó el informe de la comisión como "un momento muy preocupante" en una entrevista en la conferencia Reuters NEXT, y dos ministros del gabinete pidieron la dimisión de Ramaphosa.

Un portavoz de la unidad de élite de la policía, los Hawks, dijo que su investigación sobre el robo en la granja de Ramaphosa continuaba, mientras que el banco central dijo que no hace comentarios sobre investigaciones.

"Puede ser de interés a largo plazo y la sostenibilidad de nuestra democracia constitucional, mucho más allá de la presidencia de Ramaphosa, que se cuestione un informe tan claramente defectuoso", agregó.

El escándalo estalló en junio, cuando un exjefe de espionaje sudafricano, Arthur Fraser, presentó una denuncia ante la policía
acusando al presidente de ocultar un robo de 4 millones de dólares (3,25 millones de libras esterlinas) en efectivo de su granja de
caza Phala Phala en 2020.

Una guía rápida sobre el escándalo ´Farmgate´ de Sudáfrica

Ramaphosa admitió que se había robado dinero, pero dijo que eran 580.000 dólares, no 4 millones de dólares. El presidente dijo que los 580.000 dólares provenían de la venta de búfalos, pero el panel, encabezado por un ex presidente del Tribunal Supremo, dijo que tenía "dudas sustanciales" sobre si se llevó a cabo una venta.

Los hallazgos del panel se entregaron al parlamento, que está listo para examinarlos y decidir si inicia o no un proceso de
juicio político contra el presidente.

Ramaphosa también está bajo la presión de la oposición, así como de los rivales de su gobernante Congreso Nacional Africano (ANC), para que renuncie.

Está previsto que se reúna con los principales órganos de liderazgo del ANC el domingo y el lunes después de no presentarse
en una reunión anterior.

El escándalo es especialmente dañino para Ramaphosa porque llegó al poder prometiendo aclarar la corrupción que había perseguido al país bajo su predecesor, Jacob Zuma.
El ANC sigue profundamente dividido entre los partidarios de Zuma y los que respaldan a Ramaphosa.