El anuncio de la leve suba del desempleo en abril (0,1 puntos) sorprendió al propio gobierno de de EEUU, porque implicó la creación de apenas 266 mil puestos de trabajo, según los datos publicados este viernes.

Mientras los pronósticos de los analistas apuntan a un millón de nuevos empleos, la tasa de desempleo se situó en 6,1% contra un nivel del 6% en marzo, cuando los analistas, en realidad, proyectaban una caída al 5,8%.

Las últimas previsiones de la Reserva Federal (Fed), publicadas en marzo, la hacían ceder hacia finales de año y estacionarse en un nivel de 4,5%.

La mayor expectativa se fincaba en la recuperación económica que se viene dando a medida que avanza el programa de vacunación contra el Covid-19.

Pero el mes pasado, la Casa Blanca impulsó una serie de disposiciones para apuntalar la situación de los desempleados a raíz de la crisis de la pandemia, que consistió en ampliar las ayudas a quienes reúnan las condiciones para ese derecho en US$300 a la semana, que se agregan a las prestaciones sociales ya vigentes en cada estado.

¿Ayudas desestimulantes?

Los críticos de las medidas no dudan en adjudicar a las crecientes prestaciones por desempleo el hecho de que algunos trabajadores hayan optado por mantenerse fuera de la fuerza laboral.

En tal sentido, la Federación Nacional de Negocios Independientes les sirvió argumentos al señalar que una encuesta realizada en febrero entre sus asociados dio como resultado que un 40% de los empresarios aseguraron no haber encontrado trabajadores para ocupar nuevas vacantes ofrecidas.

Otra vertiente de opinión adjudica a los bajos salarios que pagan las patronales y no a que se aferren a las ayudas esta aparente falta de interés que mencionan. 

Uno de ellos, en diálogo con BBC Mundo, afirma que se compulsó que hubo 240.000 trabajadores que no pudieron recibir ese subsidio, porque en muchos estados les dijeron que sus sueldos de entre US$2 y US$4 por hora eran demasiado bajos para calificar.

En el paquete de estímulos a la economía por US$1.900 millones que intenta Biden sea aprobado en el Congreso figura una subida del salario mínimo federal a US$15 la hora para 2025, lo cual puso a varios estados a revisar las alzas de los vigentes en su territorio.

Fue precisamente la inclusión de transferencias directas a las familias y una extensión de los subsidios por desempleo lo que, según algunos expertos, podrían estar disuadiendo a algunos trabajadores de buscar ocuparse mientras persista el miedo al coronavirus.

Hay otra vertiente que en parte lo descarta. No cree que el problema de la falta de personal, con repercusiones negativas tanto para los trabajadores que están activos como los que no, sean las ayudas, y lo fundamentan en que todos saben que “no duran para siempre”.

Otro de los cuestionamientos se centró en la calidad de los empleos creados, ya que se destacaron las contrataciones en el sector del ocio y los bares y restaurantes, los primeros que habían estado afectados cuando la pandemia obligó a cerrar los locales.

En todo caso, no compensaron las pérdidas de 11 mil empleos de mensajería y entre los trabajadores temporales.

Por más que los datos de un mes no sea prueba concluyente de un eventual fracaso de la política de empleo aplicada y las nóminas puedan repuntar masivamente en mayo, lo sucedido en los dos últimos meses no avala la tesis de que el País del Norte se estaba encaminando a registrar una fuerte creación de empleo de cara al verano boreal, como se esperaba en Washington.

Las cifras oficiales de marzo indican que se crearon 770.000 empleos, 146.000 menos de lo reportado en un comienzo.

La pandemia impactó en la tasa de desempleo y en sólo dos meses la hizo pasar de un mínimo del 3,5% en 50 años en febrero del año pasado, a un máximo desde la Gran Depresión de los ´30 cuando llegó a 14,8% en abril.