Sorprende la súbita reproducción de especies en un bioparque
Sin fisgones a la vista, el reino animal dio rienda suelta a la evolución biológica en un establecimiento colombiano.
Dos suricatas, dos avestruces, dos búfalos y un venado cola blanca nacieron en un bioparque de Colombia desde que el país detectó el primer contagio del nuevo coronavirus, el 6 de marzo y se decretó la cuarentena.
Allí, ahora sorprende la súbita reproducción de especies.
"En medio de la soledad que implica que no hayan visitantes (...) los incrementos en la reproducción significan para nosotros una gran alegría", dice a la AFP Néstor Varela, director científico del Bioparque Ukumarí, ubicado a 16 kilómetros de la ciudad de Pereira (oeste).
Los científicos no saben si la súbita reproducción de especies se debe exactamente a la ausencia de visitantes, pero lo cierto es que en el bioparque "hubo más montas que en años anteriores", de acuerdo con un experto cuyas declaraciones cita el sitio France24.com
En uno de los países más biodiversos del mundo, Ukumarí es el refugio de cientos de animales que viven en entornos adaptados a su hábitat natural en unas 44 hectáreas de bosque seco tropical, que representan a su vez el sustento de 90 trabajadores.
Pero los senderos desolados piden auxilio.
"Es muy duro, (la pandemia) nos ha afectado sobre todo económicamente porque vivimos de las entradas de los visitantes", lamenta Sandra Correa, gerente del centro de conservación.
Durante la cuarentena, el científico Varela ha notado a los animales "más tranquilos": "Al estar cerrado el parque los animales no tienen ninguna interacción con el visitante entonces digamos que no están bajo ningún estrés o condición que los altere", señala.
Las avestruces empollan rara vez sus huevos en un zoo, siguió explicando el entendido.
Y son las incubadoras las que se encargan de mantenerlos a una temperatura de calor constante hasta el desarrollo del embrión.
Ukumarí consiguió lo impensable durante la pandemia.
Los animales ovaron en un área usualmente frecuentada.
Ante la ausencia de visitantes, "decidieron empollar los huevos allí, nosotros se los dejamos y afortunadamente estas aves al estar más tranquilas lograron llevar a finalización esa incubación de manera natural", explica Varela.