El cielo no deja de deparar eventos astronómicos curiosos: aunque para hoy el SMN anuncia precipitaciones de las fluviales, el cometa Halley, que pasa cada 76 años (la última en 1986), dejó una estela que se hizo ver en la madrugada de este martes en forma de lluvia pero sin agua.

Se llaman estrellas Oriónidas, un evento celeste en el que se observa la irradiación de varios meteoros desde un punto en el cielo nocturno y se produce cuando la Tierra pasa a través de la estela de polvo dejada por el cometa 21P/Giacobini-Zinner, el cual tiene una órbita de 6.6 años alrededor del sol.

El nombre proviene de la constelación Draco, el dragón. La primera vez que los científicos vieron este fenómeno fue en Niza, Francia, el 20 de diciembre de 1900.

La lluvia de estrellas Oriónidas se define como una lluvia de meteoros que lo hacen desde la constelación de Orión. 

Se da de forma especial en las noches o poco tiempo después de oscurecer durante la última parte del otoño boreal.

Esta lluvia podrá verse mejor desde el hemisferio Norte de Estados Unidos durante las primeras horas de la tarde, más allá de que normalmente se ven mejor en las primeras horas de la mañana.

Para intentar ver esta lluvia de estrellas, la Universidad de Hertfordshire, en Inglaterra, recomienda permanecer entre 15 y 20 minutos afuera para que los ojos se acostumbren a la oscuridad. Y las áreas rurales son las óptimas para poder ver con mayor claridad este fenómeno astronómico.

A diferencia de algunos eclipses, esta lluvia de estrellas no necesita de ningún equipo especial para verlas.

Golpes de vista

El jefe de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), Bill Cooke, advirtió a los espectadores declarando que “hay que prepararse para la velocidad”.

Se debe a que esta lluvia de estrellas atraviesa la atmósfera de la Tierra desplazándose alrededor de 238.000 kilómetros por hora.

Para quienes no alcancen la apreciar a las Oriónidas, en noviembre las Leónidas dan la revancha, si bien son más rápidas y por lo tanto más difíciles de visualizar.

2024 viene siendo un año importante para los aficionados a la astronomía, con eventos como el cometa gigante, el eclipse total de sol del 8 de abril.

Uno de los más sucesos más esperados fue la lluvia de Meteoros Eta Acuáridas en mayo: se vieron alrededor de 20 a 30 estrellas fugaces por cada hora, gracias a las condiciones climáticas y a la fase lunar creciente.

Las Acuáridas se producen debido a la nube polvo residual que deja el paso del cometa Halley.

Otros eventos

El Cometa A3 Tsuchinshan-ATLAS, que fue visto por primera vez en 2023, se tornó visible en el cielo nocturno de septiembre y octubre, al acercarse a la Tierra por primera vez en 80.000 años.

La alineación de Saturno y la Luna tuvo lugar a mediados de setiembre, se repitió un mes después y se aguarda para el 11 de noviembre y 8 de diciembre luego de la puesta del sol para que contraste y sea más visible.

Uno de los grandes atractivos del año fue el anillo de fuego, que cruzó el océano Pacífico, recorrió el sur de chile y pasó por la Patagonia argenntina como un eclipse parcial de sol.

Venus y la Luna podrán verse muy cerca desde el 4 de diciembre. Una de las particularidades de este fenómeno es se podrá ver distinguidamente en el cielo.