Severa advertencia al Cop26: el calentamiento real supera en mucho al comprometido en el documento inicial
En los pocos días que faltan para cerrar la cumbre en Glasgow, los científicos intentarán convencer a los líderes de los países participantes que bajen 45% el ritmo real de aumento de la temperatura global.
A pesar de una serie de promesas de reducción de carbono por parte de los gobiernos que participan en la COP26 en Glasgow, que plasmaron en el documento inicial firmado por los líderes, una investigación realizada por la principal coalición de análisis del clima del mundo alertó sobre la probabilidad de que las temperaturas globales aumenten más de 2° C por encima de los niveles preindustriales para 2100.
Los cálculos difundidos señalan que, incluso en el escenario más optimista, el objetivo de 1,5° C del Acuerdo de París será ampliamente superado, publicó The Guardian.
Los aumentos de temperatura estarán por encima de los 2,4° C hacia fines de este siglo, conforme surgiría de los propios objetivos a corto plazo que los países se fijaron, afirmó una investigación publicada en la ciudad escocesa el martes.
De este modo, quedaría excedido con creces el límite superior de 2° C que el Acuerdo de París estableció para que el mundo se mantenga "muy por debajo", e inclusive del límite mucho más seguro de 1,5° C al que apuntan a las conversaciones de la Cop26.
A ese nivel, el clima extremo generalizado (aumento del nivel del mar, sequías, inundaciones, olas de calor y tormentas más feroces) causaría devastación en todo el mundo.
La proyección contrasta fuertemente con los pronósticos optimistas publicados la semana pasada, que sugirieron que el calentamiento podría mantenerse a 1.9° C o 1.8 ° C, gracias a los compromisos anunciados en las deliberaciones de la cumbre, que ahora transitan su segunda semana y finalizarán este fin de semana.
Se había basado en objetivos a largo plazo establecidos por países como India, el tercer mayor emisor del mundo, que apunta a cero emisiones netas para 2070.
Por el contrario, la evaluación aleccionadora de un aumento de 2,4° C realizada por Climate Action Tracker (CAT), la coalición de análisis del clima más respetada del mundo, tomó los objetivos de corto plazo de los países para la próxima década para trazar los cálculos más pesimistas.
La multitudinaria protesta que se realizó en todo el mundo por la reticencia de los líderes mundiales a incrementar los esfuerzos en el corto plazo tendientes a reducir más aceleradamente el uso de combustibles fósiles es demostrativa de que no cumplieron con las expectativas de conservación del ambiente que se vienen reclamando.
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El director ejecutivo de Climate Analytics, una de las organizaciones detrás de CAT, Bill Hare, confió a The Guardian que: “Nos preocupa que algunos países estén tratando de rever [Cop26] el límite de 1.5C, como si estuviera casi en la bolsa. Pero no lo es, está muy lejos de serlo, y están minimizando la necesidad de obtener objetivos a corto plazo para 2030 en línea con 1,5° C".
Las emisiones en 2030 duplicarán lo que deberían ser para mantenerse dentro de 1,5° C, según las promesas hechas en Glasgow, reveló CAT.
Los científicos advirtieron que, más allá del límite estipulado en 1,5° C, parte del daño al clima de la Tierra se volverá irreversible.
También encontraron un abismo entre lo que los países dijeron que harán sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y sus planes verdaderos.
Si se tienen en cuenta las políticas y medidas actuales en lugar de solo los objetivos, el calentamiento aumentaría a 2,7° C, según estimaciones de CAT.
Los hallazgos revelados deberían servir como una "verificación de la realidad" de las conversaciones, sostuvo Niklas Höhne, uno de los autores.
“Las intenciones a largo plazo de los países son buenas, pero su implementación a corto plazo es inadecuada”, declaró a The Guardian.
Se pidió a las 197 partes del Acuerdo de París de 2015 que estuvieran en Glasgow con dos objetivos:
-para alcanzar cero emisiones globales netas a mediados de siglo; y
-arribar a planes nacionales a más corto plazo, conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés), que vinculan las reducciones de emisiones a 2030.
Los científicos afirman que las emisiones de gases de efecto invernadero deberían caer aproximadamente un 45% en esta década para que las temperaturas globales se mantuvieran dentro de 1,5° C de los niveles preindustriales.
Los países responsables de aproximadamente el 90% de las emisiones globales se adhirieron a objetivos netos cero, principalmente, alrededor de 2050 para los países desarrollados, aumentando a 2060 para China y 2070 para India, pero las NDC para las acciones en la próxima década no coinciden.
El clima responde al carbono acumulado en la atmósfera, por lo que si las emisiones son lo suficientemente altas en las próximas dos décadas, el mundo podría superar el límite de 1,5° C incluso si el carbono llega a cero neto más adelante.
“Es fantástico que los países tengan objetivos netos cero a largo plazo, pero necesitan cerrar la brecha con medidas a corto plazo”, dijo Hare.
La primera semana de las conversaciones de la Cop26 estuvo dominada por una avalancha de anuncios, incluidos compromisos sobre la preservación de los bosques, el financiamiento del sector privado para energía limpia y los países que eliminan el carbón.
Algunos de estos rápidamente comenzaron a desmoronarse a medida que los países parecían incumplir o aclarar algunos de sus compromisos.
Al comienzo de la segunda semana de las conversaciones, de quince días de duración, están apareciendo fuertes brechas entre los países que quieren una acción más dura, específicamente para obligar a los países a revisar sus NDC anualmente si no están en línea con 1.5ª C , y otros que quieren apegarse a el calendario de París de revisiones quinquenales.
También hay disputas sobre cómo los países deben monitorear las emisiones y sobre el financiamiento climático para los países pobres.
Hare señaló que no había contradicciones entre las diferentes evaluaciones, publicadas la semana pasada por la Universidad de Melbourne y la Agencia Internacional de Energía, ya que llegaron a conclusiones similares basadas en objetivos a largo plazo.
CAT también encontró en su “escenario optimista” que si todos los objetivos que los países habían prometido se cumplieran por completo, las temperaturas aumentarían en 1.8° C, o sea no llegaría a 1,5.
El programa de medio ambiente de la ONU actualizó su análisis de la "brecha de emisiones" entre los recortes necesarios para mantenerse dentro de 1,5° C y los ofrecidos por los gobiernos.
Unep descubrió que con las promesas recientemente anunciadas por China, Arabia Saudita y otros, es probable que las temperaturas aumenten entre 1.9° C y 2.1° C, pero al igual que las estimaciones de la IEA y Melbourne, eso dependía de que las promesas a largo plazo se implementaran por completo.
Segùn Hare, muchos de los objetivos a largo plazo que se habían fijado los países carecían de credibilidad.
Señaló a Brasil, Australia y Rusia. “Nos preocupa que no haya una seriedad de propósito en Cop26. Es muy hipotético llegar a cero neto en 2050 ”, dijo.
Höhne señaló que los países deben acordar revisar sus NDC cada año si se consideran insuficientes.
Y agregó: “Si regresáramos cada cinco años, sería una muy mala elección. Si los países acuerdan volver todos los años tendrían la oportunidad de cerrar la brecha".
Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International, aseguró: “Este nuevo cálculo es como un telescopio enfocado en un asteroide que se dirige a la Tierra. Es un informe devastador. Tenemos hasta el fin de semana para darle la vuelta a esto. Eso significa que los países acuerdan cómo volverán el próximo año y cada año después de eso hasta que se cierre la brecha a 1,5° C. Los ministros no deberían salir de esta ciudad hasta que lo hayan dejado claro".
Un portavoz de la Cop26 manifestó: “Sabemos que se está cerrando la ventana para mantener vivo a 1,5° C, pero el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático tiene claro que aún se puede lograr. Como dejan claro los informes de hoy, hemos visto un progreso genuino en la primera semana de Cop26, pero tenemos mucho más por hacer".
Ed Miliband de Labour, el secretario de negocios en la sombra, dijo: “La prueba de Cop26 siempre ha sido qué compromisos concretos cumpliría para 2030, la década decisiva para mantener vivo el 1,5° C. Este informe es una importante verificación de la realidad del intento del gobierno de hacer un lavado verde de Glasgow”.
El colíder del Partido Verde, Adrian Ramsay, opinó: “Hoy fue el día en que la capa de azúcar cayó de las conversaciones de la Cop26 para revelar la píldora amarga que los líderes mundiales nos obligarán a tragar si no toman medidas mucho más contundentes. Este informe muestra que la acción en los próximos 10 años es vital. Los objetivos a largo plazo, las promesas y los arreglos técnicos inexistentes, sin políticas reales para llevarnos allí, no valen nada. Muestra que la mayoría de los líderes mundiales se quedaron dormidos al volante. Este es su llamada de atención".