La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Henrietta Fore, alertó sobre la muerte de un niño, menor de 5 años de edad, cada diez minutos en Yemen, por causas prevenibles como la desnutrición y enfermedades posibles de erradicar.

“Ser un niño yemení es una pesadilla”, indicó la funcionaria ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y precisó que 2.3 millones de menores padecen desnutrición aguda, mientras 400.000 están en "riesgo inminente de muerte".

El conflicto bélico que vive el país ha generado la mayor crisis humanitaria del mundo, agravada por las consecuencias de salud pública de la Covid-19, siendo lo más preocupante la ausencia del acceso al agua, los continuos cortes producidos en las líneas de combate.

Además, el informe registra a 1.6 millones de niños desplazados internamente este año, en Hudaydah y Marib.

“Ser un niño yemení es una pesadilla”, indicó la funcionaria ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y precisó que 2.3 millones de menores padecen desnutrición aguda, mientras 400.000 están en "riesgo inminente de muerte".

Como consecuencia de la violencia, casi 21 millones de personas, incluidos 11.3 millones de niños, necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir; más de 10 millones de niños y cerca de 5 millones de mujeres no pueden acceder adecuadamente a los servicios sanitarios.

Fore instó a la comunidad internacional a aumentar el apoyo financiero para ayudar a satisfacer las necesidades inmediatas de los niños y añadió que “Unicef y sus socios están dispuestos a trabajar con las partes para garantizar el pago salarial regular de los funcionarios, medida que devolvería el dinero a los bolsillos de millones de personas".