António Guterres, secretario general de la ONU, expresó este miércoles que el mundo se enfrenta a “un momento de peligro” por la crisis de Ucrania. Además, cuestionó la decisión de Rusia de independizar Donetsk y Luhansk al decir que cometió una “violación de la integridad territorial” de la exrepública soviética.

Durante la apertura de la Asamblea General del organismo internacional, Guterres comentó a través de un discurso que “nuestro mundo se enfrenta a un momento de peligro. Realmente esperaba que no llegara (...), pero los últimos acontecimientos relacionados con Ucrania son motivo de gran preocupación”.

Y añadió que “en este momento crítico, llamo a un inmediato cese del fuego y al restablecimiento del estado de derecho. Necesitamos moderación y razón. Necesitamos reducir las tensiones ya. Insto a todos a abstenerse de acciones y declaraciones que puedan llevar esta peligrosa situación al límite”.

El secretario general hizo énfasis en la decisión rusa de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk e instó a un inmediato cese de hostilidades en el este de ese país. Según denunció, esta medida “unilateral entra en conflicto directamente con los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y es inconsistente con la llamada Declaración de Relaciones Amistosas de la Asamblea General que la Corte Internacional de Justicia ha citado repetidamente como representación del derecho internacional”.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, respondió a estas declaraciones con un reclamo: que el jefe del organismo multilateral mantenga imparcialidad ante cualquier situación crítica que ocurra en el mundo.

Al respecto, en una reunión con Geir Pedersen (enviado de la ONU para Siria), Lavrov fue contundente con su pensamiento: “En cualquier conflicto, la Secretaría de la ONU debe ser imparcial y está obligada a abogar por el diálogo directo entre las partes en conflicto”.

Y añadió que “el secretario general nunca alzó la voz a favor del cumplimiento de los Acuerdos de Minsk y de la resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU que exige resolver el conflicto mediante el diálogo entre Ucrania, Donetsk y Lugansk”.

A su vez, el canciller ucraniano Dmytro Kuleba tomó la palabra y dijo que su país no es una amenaza para Rusia porque “nunca ha planeado ninguna operación militar en Donbass”, en respuesta a denuncias del Kremlin sobre acciones militares de Kiev en esa región del este.

Respecto a esta situación, Kuleba pidió a la ONU que tome “medidas concretas y rápidas” para detener la escalada, que -según él- está alimentada por el avance militar de las tropas rusas.

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