En respuesta a la amenaza del líder ruso, Vladimir Putin, de detener el suministro de gas a países "enemigos" si no negocian en la moneda rusa, Alemania aseguró que estudiará los detalles de la demanda pero que no aceptará "chantaje político" sobre las importaciones de gas, .

El decreto establecía que los compradores "deben abrir cuentas en rublos en bancos rusos" a partir de este viernes como condición para seguir recibiendo los envíos del fluido.

El Gobierno de Olaf Scholz ratificó que pagará el gas en euros, a pesar del decreto del rublo de Rusia, en el marco del plan de emergencia que activa para gestionar los suministros, en tanto que pidió a los hogares y la industria que sean ahorrativos con el uso.

Los contratos de energía entre Alemania y Rusia estipulaban pagos en euros, a veces en dólares, afirmó Scholz en una conferencia de prensa en Berlín, poco después de que el Kremlin anunciara el decreto firmado por Putin.

“En una conversación con el presidente ruso he dicho claramente que esto seguirá siendo así”, remarcó.

La mecánica de los pagos alemanes de gas se hará en euros que el Gazprombank de Rusia convertirá a rublos, informaron los medios el jueves, según la interpretación gubernamental del contrato vigente.

Sin embargo, la medida adoptada por el Kremlin está formulada de tal manera que permite a los bancos autorizados convertir moneda extranjera en el proceso de pago, siempre que los clientes se suscriban a nuevas condiciones que incluyen la apertura de una cuenta en rublos.

La reacción de Scholz ante el decreto del Kremlin se hizo eco de la que manifestara el primer ministro italiano, Mario Draghi, el día anterior, cuando trató de disipar los temores de que Moscú cortaría el suministro de gas para calefacción y electricidad.

La demanda de Putin de pagos en rublos es un intento de impulsar la moneda nacional, que se vio afectada por las sanciones de Occidente.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció además la liberación de un millón de barriles de petróleo de las reservas estratégicas del país, una decisión sin precedentes para reforzar la oferta energética mundial si Putin ejecuta sus amenazas.