La reacción internacional no se hizo esperar cuando, durante la primera ronda de negociaciones entre representantes de Rusia y Ucrania, en el quinto día de la invasión, se conocieron los videos compartidos en las redes sociales que mostraron un típico ataque con municiones en racimo en un área urbana densa, como la de la segunda ciudad de Ucrania: Kharki, que causó la muerte de docenas de civiles.

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De inmediato, Shell anunció que seguiría a BP en la desinversión de sus empresas conjuntas en Rusia , retirándose de proyectos con la corporación de gas rusa, Gazprom.

Turquía reaccionó prohibiendo a todos los buques de guerra cruzar los estrechos del Bósforo y los Dardanelos que conducen al Mar Negro, de modo de bloquear la ruta de al menos cuatro barcos rusos que esperan cruzar desde el Mediterráneo.

Asimismo, se sucedieron continuas protestas en todo el mundo contra la invasión, e incluso en la propia Rusia, desde el jueves se llevan detenidas casi 6.000 personas que marchaban contra la guerra, dijo el grupo de monitoreo de protestas OVD-Info.

EEUU, el Reino Unido, los estados miembros de la UE y otros países bloquearon el acceso de algunos bancos rusos al sistema de pagos internacionales Swift y restringieron severamente la capacidad del banco central ruso para acceder a sus $ 640 mil millones (£ 477 mil millones) de reservas.

En otro golpe paralizante, EEUU impuso nuevas y drásticas sanciones, impidiendo de hecho que los estadounidenses participen en cualquier transacción que involucre al Banco Central, al Ministerio de Finanzas o al Fondo Nacional de Riqueza de Rusia.

En el marco de estas medidas de respuesta de la comunidad internacional a Rusia, la primera jornada de negociaciones culminó con algunos avances y se acordó una segunda reunión para poner fin a la invasión rusa a Ucrania.

En llamada con el presidente francés Macron, Vladimir Putin condicionó el fin de la invasión al reconocimiento de Crimea y a la desmilitarización de Ucrania, en donde este lunes se reportan ataques a zonas urbanas.

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El Ejército ruso confirmó que sus fuerzas armadas atacaron 1.146 instalaciones militares ucranianas desde el inicio de la "operación especial", dijo en un comunicado el general de división Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso.

Entre los objetivos había "31 puestos de mando y centros de comunicación, 81 sistemas de misiles antiaéreos S-300, Buk M-1 y Osa, así como 75 estaciones de radar". Operacionalmente, la aviación táctica de las Fuerzas Aeroespaciales rusas golpeó seis columnas de vehículos blindados de las fuerzas armadas ucranianas", dijo.

Además, "fueron destruidos 311 tanques y otros vehículos de combate blindados, 42 aviones y helicópteros (incluso en tierra), 51 sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, 147 piezas de artillería de campaña y morteros, 263 unidades de vehículos militares especiales", añadió Konashenkov.