Rusia y China vetaron este miércoles una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU elaborada por Estados Unidos sobre la guerra entre Israel y los militantes palestinos de Hamás en la Franja de Gaza, mientras que otro texto redactado por Moscú no obtuvo el número mínimo de votos.

El proyecto de Estados Unidos buscaba abordar el deterioro de la crisis humanitaria en Gaza, solicitando pausas en la violencia para permitir el acceso de ayuda. Emiratos Árabes Unidos (EAU) también votó en contra, mientras que 10 miembros votaron a favor y Brasil y Mozambique se abstuvieron.

El Consejo votó una resolución redactada por Rusia en la que se pedía un alto el fuego humanitario. Sólo Rusia, China, EAU y Gabón votaron a favor del proyecto, mientras que nueve miembros se abstuvieron y Estados Unidos y Reino Unido votaron en contra.

Para ser aprobada, una resolución necesita al menos nueve votos y ningún veto de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia o China.

Leé: Israel invadió la franja de Gaza por el norte y prepara su ofensiva contra Hamás

Las votaciones se produjeron después de que el Consejo votara en dos ocasiones sin éxito la semana pasada: sólo cinco miembros se mostraron a favor de un proyecto de resolución ruso el 16 de octubre y dos días después Estados Unidos vetó un proyecto de resolución brasileño que había recibido doce votos a favor.

El sábado, Estados Unidos propuso su propio proyecto, que inicialmente sorprendió a algunos diplomáticos por su franqueza al afirmar que Israel tiene derecho a defenderse y exigir a Irán que deje de exportar armas a grupos militantes.

LEÉ: EEUU: el republicano Mike Johnson es el nuevo presidente de la Cámara de Representantes

Israel prometió acabar con el grupo islamista Hamás, que gobierna Gaza, después de que sus hombres armados irrumpieran la cerca que rodea el enclave el 7 de octubre y arrasaran ciudades israelíes, matando a 1.400 personas.

Desde entonces, Israel bombardeó Gaza por aire, impuso un asedio y se prepara para una ofensiva terrestre. Las autoridades palestinas afirman que más de 5.700 personas murieron en el enclave. Según la ONU, 1,4 millones de personas se quedaron sin hogar.