Rusia realizó entre el 16 y el 23 de diciembre una prueba piloto del llamado "Internet soberano", su segmento propio de la red global, bautizado Runet.

La idea se originó en la ley sobre el funcionamiento sostenible del segmento ruso de la internet, que entró en vigor el 1 de noviembre pasado.

Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Digital y Comunicaciones y cuatro compañías operadoras pusieron a prueba la estabilidad de conmutación, la seguridad del uso del Internet y de la telefonía móvil.

Incluyeron en la prueba medidas de protección de datos personales e intercepción del tráfico informático.

Todo ello obedece a la intención de separar el segmento ruso del resto de la red mundial, así como para hacer frente a otros peligros provenientes del exterior.