Las fuerzas rusas avanzaban con ataques aéreos y terrestres contra varios asentamientos en el este de Ucrania, revelaron distintos funcionarios, un día después de que el presidente ruso Vladimir Putin celebrara la toma de territorio durante la guerra de nueve meses.

Cerca de la ciudad de Lysychansk, Rusia desplegó más tropas para tratar de capturar la aldea de Bilohorivka, aseguró el gobernador de la región de Ucrania, mientras que un comandante en otro asentamiento muy disputado describió una ofensiva aérea rusa cada vez más intensa.

“Están trayendo más y más reservas. Hay ataques constantes", alrededor de Bilohorivka para tratar de capturar la aldea, aseguró el gobernador de Lugansk, Serhiy Haiday, a la televisión ucraniana. 

En el asentamiento de Bakhmut y otras partes de la región de Donetsk que limita con Luhansk, el asalto mató a nueve civiles, precisó el gobernador regional. Las fuerzas ucranianas respondieron con bombardeos de lanzacohetes, según atestiguó la agencia de noticias Reuters.

Los combates estaban en marcha a lo largo de toda la línea de demarcación en Donetsk, con la ciudad de primera línea de Avdiivka bombardeada por tanques rusos el jueves por la mañana, dijo Tatiana Ignatchenko, portavoz de la administración regional de Donetsk.

Putin dejó en claro el miércoles que expandir las fronteras de Rusia era un objetivo clave de la guerra, en contraste con los objetivos declarados al comienzo de la invasión del 24 de febrero que él llama una "operación militar especial", cuando aclaró que los planes de Moscú no incluían la ocupación de tierra ucraniana.

Putin dijo que Rusia ya había logrado un "resultado significativo" con la conquista de "nuevos territorios" en Ucrania, una referencia a la anexión de cuatro regiones parcialmente ocupadas en septiembre que Kiev y la mayoría de los miembros de las Naciones Unidas condenaron como ilegal.

Advirtiendo que la guerra podría ser prolongada, Putin describió que Rusia había hecho del Mar de Azov su "mar interno", ahora delimitado por Rusia y el territorio controlado por ese país en el sur de Ucrania, incluida Crimea.

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Putin se compara con Pedro el Grande

En ese punto, indicó que esa había sido una aspiración de Pedro el Grande, el zar guerrero de los siglos XVII y XVIII con quien se  ha comparado en el pasado.

En las últimas semanas, las fuerzas de Kiev hicieron retroceder a Rusia de las franjas de tierra que ocupaba, incluida una ciudad importante, Kherson. 

El presidente Volodímir Zelenski proclama habitualmente que sus tropas eventualmente expulsarán a Rusia de todo el territorio capturado, incluida la península de Crimea anexada que se encuentra entre el Mar Negro y el Mar de Azov.

El jueves, las fuerzas navales rusas derribaron un dron ucraniano sobre el Mar Negro, informó el gobernador de Sebastopol instalado por Rusia, un puerto importante y la ciudad más grande de Crimea.

A principios de esta semana, los ataques gemelos en bases aéreas en lo profundo del territorio ruso asestaron un gran golpe a la reputación de Moscú y generaron preguntas sobre por qué fallaron sus defensas, ya que la atención se centró en el uso de drones en la guerra entre vecinos.

En la ciudad ucraniana de Melitopol, controlada por Rusia, en la región de Zaporiyia, una ruta de suministro hacia Crimea, las autoridades instaladas por Rusia convocaron a hombres en edad de luchar para que se movilizaran, comunicó el estado mayor militar de Ucrania.

Rusia lanzó docenas de ataques desde múltiples lanzacohetes, amplió ese estado mayor, junto con 16 ataques aéreos y siete ataques con misiles, pero la agencia de noticias Reuters no pudo verificar de inmediato los informes del campo de batalla de ninguno de los lados.

Bielorrusia

A cientos de kilómetros de distancia, al otro lado de la frontera norte de Ucrania, los soldados rusos se preparaban para combatir en condiciones invernales participando en ejercicios de entrenamiento táctico en Bielorrusia, aliado cercano de Moscú, dijo el Ministerio de Defensa ruso.

Una oleada de actividad diplomática y militar rusa en Bielorrusia en las últimas semanas reavivó los temores de que Moscú esté presionando a su aliado para que se involucre más en la guerra de Ucrania.

El presidente Alexander Lukashenko, quien confió en las tropas rusas para sofocar una revuelta popular hace dos años, permitió que su país sirviera como plataforma para la invasión de Rusia a su vecino común.

Hasta ahora evitó que su propio ejército se una, pero en las últimas semanas se observaron crecientes señales de participación en Bielorrusia desde Moscú. 

El sábado, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, voló sin previo aviso a la capital, Minsk: él y su homólogo bielorruso, Viktor Khrenin, firmaron enmiendas al acuerdo de cooperación de seguridad de los dos países, sin revelar los nuevos términos.

Miles de tropas rusas se desplegaron en Bielorrusia desde octubre, denuncia Ucrania, y las autoridades de Bielorrusia hablaron cada vez más de una amenaza de lo que llaman terrorismo por parte de los partisanos que operan desde el otro lado de la frontera.

Por Vladyslav Smilianets, de la agencia Reuters