El representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, afirmó que su país no tiene conexión alguna con los acontecimientos en Bucha, donde se comprobó una masacre de civiles .

Polianski se basó sobre un informe del diario The Guardian según el cual "médicos forenses ucranianos descubrieron pequeños dardos de metal alojados en los cuerpos hallados al norte de Kiev, incluida la localidad de Bucha".

"Algunas de las publicaciones recientes de medios occidentales confirman de forma indirecta que el Ejército de Rusia no pudo participar en eso", afirmó Polianski. "[El artículo de The Guardian] confirma que los civiles fallecieron como resultado de disparos de artillería y no de disparos [de armas ligeras]", agregó.

Según el diplomático, este hallazgo "desmiente al menos dos mitos sobre Bucha": las afirmaciones de que los civiles fueron baleados y que fueron asesinados por militares rusos.

"No hay que ser un experto militar para entender que las Fuerzas Armadas de Rusia, que estaban en Bucha, no dispararían contra una ciudad en donde se encontraban", concluyó.

Según el medio británico, la autopsia de los cuerpos encontrados en la región ucraniana reveló que los dardos, también conocidos como flechettes, impactaron en la cabeza y en el pecho de los fallecidos y podrían haber sido la causa de su muerte.

"Hemos encontrado objetos realmente finos, como clavos, en los cuerpos de los hombres y de las mujeres, y también los encontraron otros de mis colegas en la región. Es muy difícil encontrarlos en el cuerpo, son demasiado finos", reveló Vladislav Pirovskyi, uno de los médicos forenses que examinaron los cadáveres, la mayoría de los cuales fue hallada en Bucha, según precisó. 

Según los expertos consultados por el medio, las flechettes, que normalmente miden entre tres y cuatro centímetros de largo, se ubican en los proyectiles de los cañones de campaña o de tanque, que podrían contener hasta 8.000 dardos: cuando se detona la mecha temporizada, el proyectil explota en el aire y las flechettes se dispersan en un arco cónico.

Las flechettes, ampliamente utilizadas durante la Primera Guerra Mundial, fueron usándose menos con el paso del tiempo, aunque también las emplearon los Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam, así como Israel en la Franja de Gaza. 

Aunque el arma antipersonal no figura entre las prohibidas por la ley internacional, no debe ser utilizada en las áreas pobladas debido a su carácter impreciso, apunta el sitio Actualidad RT.

Según sostiene The Guardian, que cita a Neil Gibson, experto en armamento del grupo Fenix Insight, las halladas en los civiles de Bucha son flechettes del proyectil de artillería 2Sh1 de calibre 122 milímetros utilizado por las Fuerzas Armadas de Rusia.

No obstante, el uso de flechettes ya fue denunciado en 2014 y 2015 durante los ataques llevados a cabo por las fuerzas ucranianas contra la región de Donbass, advierte el medio ruso y cita que aparecieron con frecuencia en Lugansk. 

Asimismo, también se hallaron flechettes en la ciudad de Sláviansk, Donetsk, tras un ataque de la artillería ucraniana en 2015.

Luego cita a José Antonio Alcaide, militar retirado, cuando subraya que, desde el punto de vista táctico, se trata de un tipo de arma obsoleto y "no utilizable", porque puede perjudicar también a las propias fuerzas, por lo que es poco probable que haya sido utilizado por las tropas rusas.

La noche del 2 de abril, fueron difundidas varias imágenes de cuerpos tendidos en las calles de Bucha, algunos con las manos atadas y el asesor de la oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, declaró que los civiles "fueron matados a tiros por los soldados rusos" que se retiraron de la localidad el 30 de marzo.

Pero Rusia desmintió repetidamente su responsabilidad en los asesinatos, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, tildó las imágenes de "un ataque de falsificaciones" y la vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova, calificó los asesinatos como un "nuevo crimen del régimen de Kiev" destinado a "frustrar las negociaciones de paz y escalar la violencia".

Un plan desbaratado 

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) reveló que desmanteló un plan para asesinar a varios periodistas rusos, entre ellos la directora del grupo RT, Margarita Simonián, organizado por encargo del servicio secreto ucraniano, el Servicio de Seguridad de Ucrania.

Los ataques fueron planeados por integrantes de la organización terrorista neonazi 'National Socialism / White Power', prohibida en territorio ruso, indica el sitio ruso Actualidad RT.

Conforme al video del interrogatorio de los sospechosos divulgado por el FSB, el grupo consideraba los asesinatos de los periodistas Vladímir Soloviov, Dmitri Kiseliov, la presentadora de televisión Olga Skabéyeva, el periodista Yevgueni Popov, el presentador Tigrán Keosayán y la directora del grupo RT, Margarita Simonián.

Asimismo, los agentes confiscaron literatura nacionalista y documentos de identidad ucranianos con fotografías de los miembros del grupo.

El Comité de Investigación de Rusia comunicó que los sospechosos planeaban hacer volar el auto del famoso periodista Vladímir Soloviov en Moscú.

De acuerdo con el comunicado, seis personas fueron sido arrestadas y se les incautó sustancias estupefacientes, además de los objetos ilegales ya mencionados.

A los sospechosos detenidos se les incautó un dispositivo explosivo improvisado, ocho cócteles molotov, seis pistolas, una escopeta con cañón cortado y una granada.

El presidente Vladímir Putin informó en una reunión de la Fiscalía General que Moscú identificó a los autores intelectuales occidentales, principalmente de la CIA, que entablaron  contactos con Kiev sobre eventuales ataques a periodistas.

La situación en Transnistria

Una serie de explosiones se produjo en el edificio del Ministerio de Seguridad del Estado de la República Moldava de Transnistria en Tiráspol, comunicó un corresponsal de Sputnik.

Los testigos reportaron fuertes estallidos, las ventanas de las casas vecinas resultaron dañadas y según los datos preliminares del Ministerio del Interior, los disparos que provocaron las explosiones se realizaron con lanzacohetes antitanque portátiles.