El alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, afirmó este lunes que la campaña de vacunación contra el covid-19 será interrumpida el martes hasta la semana que viene por falta de dosis.

Mientras tanto en los Estados Unidos se proponen incrementar la cantidad de vacunados, habilitando para la campaña sedes con gran afluencia de público, todo según reportes de los medios internacionales.

"Recibí la noticia de que no llegaron nuevas dosis. Tendremos que interrumpir mañana (martes) nuestra campaña", escribió en Twitter el alcalde de la segunda capital de estado más golpeada de Brasil por la pandemia.

La alcaldía ya advirtió el viernes pasado que sus dosis disponibles solo le alcanzaban "hasta el sábado", indica el sitio France24.com

Paes dijo también en su mensaje que la campaña de vacunación será retomada la semana que viene, cuando llegue una nueva remesa de la vacuna Coronavac, producida por el laboratorio chino Sinovac y que distribuye y elabora en Brasil el Instituto Butantan de Sao Paulo.

Rio de Janeiro es la segunda capital más golpeada por el coronavirus en Brasil, con 268 muertos por cada 100.000 habitantes (17.996 en total), por detrás de los 318 por cada 100.000 que tiene Manaos, la capital del estado de Amazonas (norte), que hace unas semanas vivió un colapso sanitario por la segunda ola de la pandemia.

Solo Sao Paulo, que tiene el doble de habitantes, supera a Rio de Janeiro en número absoluto de muertos (18.000).

Ante el repunte en el número de muertos y de casos, la alcaldía suspendió las fiestas oficiales del famoso Carnaval de Rio y prohibió cualquier festejo callejero entre el 12 y el 22 de febrero.

La vacunación ya fue interrumpida la semana pasada por falta de dosis en otros puntos de Brasil, el segundo país con más muertos (239.000), después de arrancar tardíamente (si se compara con otros países) hace casi un mes.

El freno en la campaña de inmunización se da en medio de una virulenta segunda ola de la pandemia en Brasil, que el domingo registró la peor media móvil de muertos en los últimos siete días desde el inicio de la pandemia.

El plan de los Estados Unidos consiste en vacunar a la gente en las grandes cadenas de farmacias y supermercados.

El primer envío será de un millón de dosis a unas 6.500 tiendas de todo el territorio nacional.