El gobierno de Bélgica implementó el toque de queda por el coronavirus, que mantuvo a la población en sus casas desde las 12 de la noche a las 5 de la madrugada de este martes.

Se trata de una de las drásticas medidas tomadas para intentar frenar la escalada de los contagios, que ya supone una incidencia de 747 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lo que implica un aumento del 221%.

"La situación es grave. Estamos peor que en marzo, cuando se decidió el confinamiento", dijo el primer ministro Alexander De Croo, que se estrenó en el cargo con un abanico de restricciones.

Además del toque de queda, fijado a partir de las 12 de la noche para dar un cierto margen a la población, se incluye el cierre de bares y restaurantes, que solo pueden servir comida para llevar hasta las 22:00 y con prohibición de venta de alcohol a partir de las 20:00.

"La situación sanitaria en Valonia y en Bruselas es la peor y por tanto, la más peligrosa de Europa", dijo el ministro de Sanidad, Frank Vandenbroucke, destacando que la incidencia de contagio por el virus es un 50% más elevada que la de la región de Madrid.

"Somos la región más afectada de toda Europa. Estamos muy cerca de un tsunami. El hecho es que ya no controlamos lo que pasa. Hoy aún lo controlamos, pero con enormes dificultades y mucho estrés", añadió el ministro, y se refirió en particular a la presión en los hospitales. Alertó que si no se rompe la curva de contagios, se va a tener que aplazar el tratamiento de los casos que no tengan relación con el Covid-19.

El cierre de bares y restaurantes provocó la protesta del sector.

"Ahora, lo que probablemente pasará es que mucha gente hará sus fiestas en casa sin ninguna restricción de seguridad, lo que seguramente aumentará el ratio de transmisión en el futuro", declaró el vicepresidente de una de las patronales, Marc Van Muylders.

La pandemia también supera la capacidad de llevar a cabo los test, de manera que se ha decidido que los asintomáticos no tendrán que hacérselo, aunque hayan estado en contacto con un positivo o regresen de una zona roja en el extranjero. En cambio, sí que deberán mantener un período de cuarentena.

Bélgica registra 240.159 mil casos y 10.489 muertes por coronavirus, con una población de poco más de 11 millones y medio de habitantes.