Relaciones peligrosas en Latinoamérica: Bolivia y su pacto con Irán
Drones, armas e inteligencia para Bolivia y litio e influencia en la región para Irán, los factores materiales detrás del pacto que firmaron sus gobiernos ideológicamente unidos por el “antiimperialismo”.
Mientras que en Buenos Aires la comunidad judía alerta acerca de los peligros que involucra un pacto militar de Bolivia con Irán, cuyo estado alberga funcionarios señalados como los autores intelectuales de la masacre de la AMIA, en todas las capitales latinoamericanas se encendieron las alertas por la extrema, pero esperada, decisión del gobierno de Luis Arce de seguir profundizando las relaciones con una de las naciones que los Estados Unidos siempre considero dentro de los países que poseen regímenes que apoyan el terrorismo.
De esta manera Bolivia se acerca a los países que componen el “eje del mal” para Washington. Si bien la expresión “eje del mal” fue utilizada en el pasado reciente por el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush en su discurso del Estado de la Unión, el 29 de enero de 2002, luego de los ataques a las Torres Gemelas de septiembre de 2001, la categoría con la que describió a regímenes como Irán, Corea del Norte, Libia o Cuba continúa vigente en el imaginario diplomático y militar en las capitales occidentales.
Y, acaso sea ese rasgo, el que une ideológica y conceptualmente a Bolivia con Irán. Una noción que la izquierda latinoamericana, desde la Revolución Cubana en adelante, denominó “antiimperialismo” que tiene en el rechazo de la política exterior de los Estados Unidos su principal fundamento.
Para el economista y experto en seguridad de la Universidad Simón Bolivar de Quito, “para la izquierda dogmática y, a menudo, para la no tan dogmática, EE. UU. es el origen de todos los males de América Latina. Y, como "el enemigo de mi enemigo es mi amigo“, no sorprenden los recientes movimientos geopolíticos de Luis Arce que continúa la diplomacia inaugurada por Evo Morales.
El analista recuerda que en Latinoamérica, Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia se abstuvieron en la ONU de condenar la invasión de la Rusia de Putin a Ucrania y recientemente, la embajadora de Bolivia en Irán, Romina Pérez, dijo que las protestas por el femicidio de una joven encarcelada en Teherán por no llevar el velo correctamente son disturbios alentados por agitadores sionistas británicos y estadounidenses.
Basta recordar que, durante la visita oficial de Evo Morales a la República Islámica en el año 2010, el dirigente cocalero afirmó públicamente que “...compartimos una conciencia revolucionaria idéntica que permite la expansión de las relaciones y da cuenta de la proximidad de los dos Estados”.
Desde entonces la afinidad ideológica entre los dos regímenes se materializó en acuerdos concretos que involucran armas, artefactos de inteligencia, recursos naturales y un intercambio comercial en ascenso.
Por ello hay que analizar los antecedentes que llevaron a esta reciente decisión política que introduce un factor desequilibrante en Latinoamérica en materia de seguridad y derechos humanos.
Los entonces presidentes de Bolivia Evo Morales, y Mahmud Ahmadinejad de Irán se dispensaron dos visitas oficiales cada uno y durante estos viajes suscribieron decenas de acuerdos para fomentar la producción de alimentos y medicinas, así como los nexos culturales, científicos y tecnológicos.
En septiembre de 2022 los mandatarios de Bolivia e Irán, Luis Arce y Ebrahim Raisi, se encontraron en el marco de la 77ª Asamblea General de Naciones Unidas.
Solo durante el gobierno de la enjuiciada Jeanine Añez (2019-2020), los nexos bilaterales se congelaron, pero fueron retomados con la elección de Arce, quien fue ministro de Evo Morales.
Irán dejó en claro de manera pública que mantiene su interés en Bolivia y en la región en su conjunto. “Los países de América del Sur tienen un lugar especial en la política exterior y de defensa de Irán debido a ubicarse en una zona muy sensible”, admiten los jerarcas que integran el régimen de los Ayatollah.
Drones, inteligencia y nanotecnología para Bolivia y litio para Irán
La información secreta acerca del pacto suscripto entre los gobiernos de los dos países, un memorándum de entendimiento para ampliar la cooperación bilateral en el campo de seguridad y de defensa rubricado por el ministro de Defensa boliviano, Edmundo Novillo Aguilar, y su par iraní, y Mohammad Reza Ashtiani, incluiría acuerdos sobre el litio que necesita la industria iraní, la venta a Bolivia de misiles tierra-aire para reponer los cohetes chinos que fueron desactivados en 2005, armamento y el montaje de un aparato de Inteligencia en el ciberespacio.
Si bien desde el prestigioso Instituto de Estudios para la Guerra aseguraron que el gobierno de Teherán ofrecerá sus drones a las autoridades de La Paz, lo cierto es que estos modernos aparatos utilizados por las Fuerzas Aéreas de varios países, ya tienen presencia en la región.
Los aviones no tripulados persas se vienen siendo utilizando en muchos países para labores de vigilancia fronteriza. En 2022, un alto cargo iraní aseguró que 22 países ya operaban sus drones, entre los cuales se encuentra la República Bolivariana de Venezuela.
Los estudiantes de la Escuela Militar de Ingeniería de Bolivia recibirán formación por parte de Irán en nanotecnología, una especialidad dedicada al empleo de átomos o moléculas para fines industriales y médicos.
El gobierno iraní aportará en las próximas semanas un laboratorio para un centro de formación, anunció el canciller boliviano, Diego Pary, quien además justificó, “ Irán es un país que ha sido bloqueado por Occidente, ha desarrollado su propia tecnología y hoy, con este memorando de entendimiento, estamos dando paso a que esta tecnología pueda ser compartida con nuestro país".
El diario independiente de Bolivia El Deber entrevistó al experto en temas de seguridad, Samuel Montaño, quien recordó que “...el convenio incluye la venta a Bolivia de los misiles portátiles Mandpads”.
Los MANPADS son sistemas de defensa aérea portátil de corto alcance, que utilizan misiles tierra-aire guiados con una tecnología de localización por infrarrojos para detectar y atacar los objetivos y se están utilizando en la defensa de Ucrania por la agresión rusa. Pueden tener una efectividad a una altitud de entre 3.000 y 4.800 metros y representan una gran amenaza para aeronaves de vuelo bajo, especialmente los helicópteros.
“Podemos decir entonces que Irán repondrá los misiles chinos mandpads que fueron desactivados y entregados a Estados Unidos, durante el gobierno de Eduardo Rodríguez Veltzé, en 2005”, reflexionó Samuel Montaño.
En octubre de 2005, 37 misiles HA-5A de fabricación china, salieron de Bolivia rumbo a EEUU donde fueron desmantelados.
Evo Morales presentó en 2005, cuando ocupaba una banca de diputado, una demanda de juicio contra el entonces presidente Eduardo Rodríguez, que no fue procesado por decisión de la Asamblea Legislativa, el ministro de Defensa y otros jefes militares por la entrega a EEUU y desactivación de los misiles.
Tras ese caso, Rusia y Estados Unidos suscribieron un tratado, junto con otros países, en el que acordaron que este tipo de misiles no se los podía vender a algunas naciones, entre ellas Bolivia.
“Desde 2005, hubo controversias entre China y Washington. Beijing amenazó con reponer esos misiles a Bolivia, y las veces que lo hizo, el gobierno estadounidense lo amenazó con la guerra comercial. Irán tiene ya este bloqueo impuesto, por lo que ofrecer este material a Bolivia es un desafío directo a EEUU”, explicó Montaño.
Pues bien, Bolivia contará con ese arsenal. Al tiempo que su régimen se acercará, peligrosamente, a una gran crisis con la administración demócrata estadounidense.