El senador por Pensilvania, John Fetterman, llamó la atención al presentarse en la investidura del presidente Donald Trump con un buzo canguro negro, bermudas grises y zapatillas deportivas, a pesar de las bajas temperaturas que azotaban Washington D.C. ese día. La ceremonia, trasladada al interior del Capitolio debido al clima extremo, reunió a una audiencia vestida con atuendos formales, contrastando con el estilo relajado de Fetterman, quien es conocido por desafiar las convenciones en eventos públicos.

A sus 55 años, Fetterman sigue fiel a su estilo relajado, priorizando la comodidad sobre la etiqueta, incluso en actos de gran importancia. Durante su tiempo en el Senado, solo usó traje y corbata en ocasiones puntuales, como al presidir sesiones legislativas, adaptándose a los códigos de vestimenta formales cuando no tuvo alternativa.

El senador ya se convirtió en una figura mediática, no solo por su indumentaria poco convencional, sino también por su autenticidad. En 2024, llegó a la tradicional cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca con un "hoodie" estilo esmoquin, aunque en esta oportunidad prefirió el conjunto deportivo que lo caracteriza.

Una polémica en el Senado

El estilo de Fetterman no pasa desapercibido. En 2023, el líder demócrata Chuck Schumer intentó cambiar las reglas del Senado para permitirle asistir con ropa casual, pero la iniciativa enfrentó críticas de sus colegas. Sin embargo, Fetterman defendió su elección, argumentando que su imagen refleja cercanía con la gente y lo distingue como un político diferente.

Más allá de lo anecdótico, su presencia con este atuendo en la asunción del 47° presidente de Estados Unidos contrasta con la solemnidad del evento y subraya su resistencia a los formalismos tradicionales de la política estadounidense.