El presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a jugar al hockey sobre hielo y lo hizo de manera deslumbrante.

Con la número 11 en la espalda, el dirigente de 67 años saltó a la pista de hielo instalada en la Plaza Roja de Moscú, uno de los espacios más importantes de la ciudad.

Junto a él, también estuvieron otros políticos como el ministro de Defensa y algunos empresarios, además de ex jugadores profesionales.

Esta fue la octava edición del evento con el que Vladimir Putin y sus hombres intentan fomentar el interés por el deporte amateur.