El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció un discurso ante la sesión conjunta del Congreso norteamericano por primera vez desde que asumió el poder. Ha aseverado que "Estados Unidos está avanzando de nuevo".

"Heredé una nación en crisis... El peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil. Ahora, después de solo 100 días, puedo informar a la nación: Estados Unidos está avanzando nuevamente", ha destacado el líder norteamericano.

Durante el discurso, Biden ha celebrado la vacunación contra el coronavirus de la población estadounidense como uno de los grandes éxitos logísticos de la historia del país.

"Puedo decir que gracias a ustedes, el pueblo estadounidense, nuestro progreso en los últimos 100 días contra una de las peores pandemias de la historia ha sido uno de los mayores logros logísticos que este país haya visto jamás", ha apuntado el mandatario.

En los primeros 100 días de la Administración Biden, se habría entregado alrededor de 220 millones de dosis de vacunas, superando con creces la promesa inicial del presidente de 100 millones de dosis durante ese lapso.

"Ahora todo el mundo es elegible para vacunarse. Ahora mismo, de inmediato, ve a vacunarte, EE.UU.", ha instado Biden. 

Dirigiéndose al Congreso, Biden ha subrayado que los planes de su administración, que incluyen mejorar la infraestructura del agua, aumentar el acceso a Internet, abordar el cambio climático, crearán empleos.

"El 'American Jobs Plan' pondrá a trabajar a los ingenieros y obreros en la construcción de edificios y viviendas con mayor eficiencia energética", ha prometido el presidente, tras asegurar que el plan "creará millones de empleos bien remunerados, empleos en los que los estadounidenses pueden criar a sus familias".

Un mes después de que presentó un plan de infraestructura de aproximadamente dos billones de dólares destinado a ayudar a la nación a recuperarse de la pandemia del coronavirus, el presidente Biden ahora ha revelado una inversión federal adicional de 1,8 billones de dólares en educación, cuidado infantil y licencia familiar pagada durante la intervención de esta noche.

El mandatario tiene la intención de financiar el último paquete aumentando los impuestos a los ricos, señalando que quiere recompensar el trabajo, no la riqueza. Sus nuevas medidas recaudarían alrededor de 1,5 billones de dólares en una década.

Biden ha prestado más atención a China que a cualquier otro tema de política exterior en un discurso que se centró principalmente en las políticas internas. El presidente ha identificado repetidamente la competencia con Pekín como el mayor desafío de política exterior que enfrenta el país, prometiendo mantener una fuerte presencia militar estadounidense en el Indo-Pacífico e impulsar el desarrollo tecnológico y el comercio.

"China y otros países se están acercando rápidamente. Tenemos que desarrollar y dominar los productos y tecnologías del futuro", ha aseverado el mandatario.

En ese sentido, el presidente se ha comprometido a mantener una línea más dura en los tratos con el gigante asiático. "EE.UU. resistirá las prácticas comerciales injustas que socavan a los trabajadores estadounidenses y las industrias estadounidenses, como los subsidios a las empresas estatales y el robo de tecnología y propiedad intelectual estadounidenses", ha señalado Biden.

El inquilino de la Casa Blanca también ha afirmado que le dijo a su homólogo chino, Xi Jinping, que Washington mantendrá una fuerte presencia militar en el Indo-Pacífico "tal como lo hacemos con la OTAN en Europa, no para iniciar un conflicto, sino para prevenirlo".

Además, Biden ha instado a los legisladores a aprobar un amplio paquete bipartidista de legislación que presionaría a Pekín sobre los derechos humanos, abordaría el desequilibrio comercial e impulsaría la financiación para el desarrollo de nuevas tecnologías por parte de EE.UU. con el objetivo de competir de manera más efectiva con China.

"Estados Unidos no se alejará de nuestros compromisos con los derechos humanos y las libertades fundamentales y nuestras alianzas", ha recalcado en ese sentido.

Biden también ha abordado la competencia con Rusia, otro rival geopolítico de EE.UU. El mandatario ha asegurado que le había dejado claro al presidente ruso Vladímir Putin que la presunta interferencia de Moscú en las elecciones estadounidenses y los ataques cibernéticos contra el Gobierno y las empresas tendrían consecuencias, destacando asimismo que Washington no busca una escalada de tensiones.

Para concluir, el presidente norteamericano ha afirmado que trabajará en estrecha colaboración con sus aliados para contrarrestar las amenazas planteadas por los programas nucleares de Irán y Corea del Norte.