Brenton Tarrant, de 29 años y considerado un supremacista blanco, fue condenado por 51 cargos de asesinato, 40 de intento de asesinato y uno por terrorismo tras atacar con armas semiautomáticas dos sitios de culto y transmitirlo a través de redes sociales.

En dos mezquitas de Christchurch causó la muerte de 51 personas.

Cameron Mander, el juez que impuso la sentencia, afirmó en sus declaraciones que los crímenes de Tarrant fueron tan perversos, que una vida en la cárcel no podría compensarlos.

Agregó que los mismos habían dejado pérdidas y daños que se derivan de una ideología deformada y maligna.

"Tus acciones fueron inhumanas (...) Mataste deliberadamente a un bebé de tres años mientras se aferraba a la pierna de su padre", dijo Mander.

En marzo de este año, Tarrant se había declarado culpable de los cargos imputados, lo cual representó un giro frente a sus declaraciones anteriores, en las que había negado su responsabilidad.

Adicionalmente, el acusado había despedido al equipo de abogados que lo asistía y le expresó al juez su deseo de no hablar en la audiencia.

Sin embargo, un abogado suplente, designado por el tribunal, señaló que su defendido no se oponía a una sentencia de cadena perpetua, indica el sitio France24.com