La demora en la llegada de las vacunas para la prevención del coronavirus conmueve a Paraguay.

El presidente Mario Abdo Benítez soportó protestas que exigieron su salida, pero finalmente no prosperó el juicio político.

Los casos de Covid-19 en Paraguay han ido en aumento durante las últimas semanas, según reporta la prensa internacional.

Y el país vecino se encuentra entre las naciones con las cifras más bajas de vacunación si se compara con otras naciones del área.

El manejo de la pandemia por parte del Gobierno fue calificado de pésimo por la población civil.

Las protestas cesaron en los últimos días, en parte por las restricciones a la circulación y los controles establecidos, reveló Pedro Javier Cano, analista político y exministro de Justicia y Trabajo de aquella nación.

"El manejo de la pandemia por parte del Gobierno fue calificado de pésimo por la población, pero las protestas que lo querían destituir, fracasaron", planteó el ex funcionario paraguayo.

Cano fue entrevistado por el canal de televisión France 24 y recordó que los pobladores "se manifestaron, salieron calles".

"Eso independientemente del fracaso del juicio político en el Congreso", apuntó.

 Y planteó el tema en términos dramáticos: "Estamos ante la desesperación de que las vacunas lleguen definitivamente al país", dijo.

 El ex funcionario también se refirió al presidente de su país: "Se había aislado. No había hecho ningún tipo de declaración en 30 días. Pero recientemente dio una conferencia de prensa que  le valió críticas".

Para Cano, el primer mandatario paraguayo "no hizo autocrítica de su gestión" y "se pasó alabando a su Gobierno" durante esa cita.

"Hoy día, lo único que Paraguay ha recibido son donaciones. Pagó por adelantado por vacunas que no llegaron", dijo.

Entonces explicó que la inmunidad debe llegar a través del sistema Covax.

"Se esperan tres millones de dosis. No se percataron de que en el contrato dice que tienen un plazo de hasta dos años. Por lo que es poco exigible que las envíen rápidamente", sostuvo finalmente Cano.

Todo lo que allí sucede repercutió en la provincia argentina de Formosa, que estableció un férreo cierre.

Cuando todo comenzó en materia de coronavirus, hace ahora más de un año, el principal problema de Paraguay -así como del norte argentino y parte de Brasil- no era tanto esa enfermedad sino el dengue.