Como consecuencia de una inédita ola de frío que llevó a sensaciones térmicas de hasta 17 grados bajo cero, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con el fin de desbloquear recursos federales, declaró zona de catástrofe al estado de Texas.

Alrededor de 60 muertes fueron adjudicadas a la ola de frío en los Estados Unidos, mientras que en Texas millones de hogares quedaron sin servicio de electricidad y agua.

"Ayer, el presidente Joseph R. Biden, Jr. declaró que existe un gran desastre en el estado de Texas y ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de recuperación estatales y locales en las áreas afectadas por las severas tormentas invernales a partir del 11 de febrero de 2021 y que continúan", expresó este sábado la Casa Blanca mediante un comunicado.

El presidente ya había aprobado una declaración de emergencia para el estado el fin de semana pasado, pero la declaración de desastre importante permitiría a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) proporcionar más recursos y asistencia.

Las acciones incluyen un seguro complementario para ayudar a personas con costos no cubiertos u otras asistencias para la construcción de viviendas habitables.

La asistencia, según un comunicado de prensa de FEMA, también contempla "subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de viviendas, préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de propiedad no aseguradas y otros programas para ayudar a individuos y dueños de negocios0 a recuperarse de los efectos del desastre».

Las bajas temperaturas provocaron un apagón que afectó a millones de hogares en Texas y en las últimas horas el servicio de electricidad se reestablecía paulatinamente, aunque un total de 13 millones de personas permanecían con problemas en la provisión de agua.

La crisis se genera a partir de que Texas, por decisión propio, está aislada del sistema federal de electricidad, lo que no ocurre con Oklahoma, estdo que también sufrió el temporal de frío, sin esas consecuencias.