Ante cierre de iglesias por la pandemia de coronavirus, un cura estadounidense implementó un sistema de confesiones en las calles, así los automovilistas se arriman a la vereda y expían sus pecados desde sus vehículos.

Se trata del padre Scott Holmer, quien lleva adelante la original modalidad de confesión en el estado de Maryland.

El sistema funciona como una copia de los servicios de comidas rápidas en los que se hacen los pedidos sin bajar de los autos, pero en este caso se expían pecados.

La idea de Holmer surgió ante el cierre de las iglesias por la pandemia de coronavirus: el sacerdote se ubica en el estacionamiento de la parroquia y allí confiesa a los fieles, quienes no deben descender de sus vehículos para dialogar con él.